El transporte privado urbano está en pie de guerra en media Europa y el conflicto puede llegar a Valencia. El regreso de Uber, la aplicación móvil que compite con los taxis poniendo a conductores en contacto con los clientes, tiene al colectivo de taxistas en guardia. El debate regulador se encuentra entre dos posiciones: el proteccionismo respecto al taxi o la liberalización del negocio.
Y las protestan arrecian: en París, los conductores privados colapsaban la pasada semana los accesos al aeropuerto Charles de Gaulle. Su gobierno va a elevar los controles contra las licencias VTC, de alquiler de vehículos con conductor. En el lado contrario, Londres, donde 8.000 taxistas paralizaron el tráfico en el centro ante la política liberalizadora que favorece a Uber.
La compañía americana, cuya actividad fue suspendida en España en 2014, vuelve de forma legal a Madrid en pocas semanas. Y tiene a Valencia en el punto de mira como futuro objetivo en su expansión, apunta un portavoz. El antiguo servicio de UberPop será ahora UberX. No podrá adherirse cualquier conductor, como hace año y medio, sino solo los que tengan licencia VTC para arrendamiento de vehículos con conductor.
No hay fechas, en todo caso, para su llegada a Valencia. La idea es esperar a ver cómo funciona en Madrid, el mercado más grande con más de 1.500 licencias VTC.
Esta compañía, de todos modos, no lo tiene fácil. Ni en España ni particularmente en Valencia. «Es el país más restrictivo de Europa», valora un portavoz de la empresa. El Gobierno acaba de aprobar una normativa que prácticamente bloquea la concesión de nuevas licencias privadas. No puede haber en el mercado más de una VTC por cada 30 taxis. La Comisión de la Competencia ya ha anunciado un recurso. Mientras, el sector del taxi sigue en guardia y amenaza con demandas a Uber. En Valencia, el Consell ha denegado de forma sistemática nuevas licencias. Empresas y particulares tiene recurridas en los tribunales la paralización de entre 700 y 800 de ellas. Y en las calles solo circulan cien de forma oficial, lo que no permite a un servicio como el de Uber ser operativo. El gigante americano y el taxi esperan los pasos del futuro gobierno.
