Productos Churruca, SA, la marca familiar valenciana famosa por sus pipas, cerró el pasado ejercicio con unos beneficios de 1,43 millones de euros, tras haber cerrado 2014 con pérdidas. Así se desprende de las cuentas a 30 de junio de 2015, ejercicio en que la compañía tuvo una cifra de negocios de 27,93 millones, 700.000 euros más que el año anterior.

La compañía que lidera Luis López Lluch mejoró su comportamiento en los mercados internacionales, particularmente en el extracomunitario. Concretamente, las ventas en el extranjero, sin contar la Unión Europea, ascendieron a 11,2 millones, un 12% que el ejercicio fiscal anterior. La marca ha tenido tradicionalmente un mercado importante en países del área de Oriente Medio y Turquía.

Por su lado, las ventas dentro de España se mantuvieron por encima de los quince millones, en términos similares al año anterior. Finalmente, la facturación en el resto de la Unión fueron de 1,58 millones.

Venta de dulces

En cuanto a la descripción de la actividad, el grueso de las ventas obviamente está vinculado a los frutos secos, semillas y cereales (25,7 de los 27,9 millones de facturación); aunque también obtuvo ingresos por venta de dulces y otros productos alimentarios (1,8 millones), según detallan las cuentas.

En estos momentos, la compañía cuenta con cerca de un centenar de empleados, tras incrementar la plantilla en 2015 en seis trabajadores.

La marca Churruca, que data de 1932, es una de las más populares que existen en el negocio de los frutos secos. En 2008 la marca y su representación gráfica fueron valoradas en una subasta pública por 7,12 millones de euros.

Productos Churruca adquirió la mitad que todavía no poseía (por un valor de 3,56 millones), ya que hasta entonces pertenecía a los dos hermanos López Lluch, que habían separado sus caminos y ambos utilizaban la popular marca del cocinero.

La marca Churruca y su logotipo, que estaba en litigio desde el año 1991 generó una batalla familiar por el control de la enseña y tras la resolución judicial Luis López Lluch tomó las riendas de la sociedad e incrementó su negocio. Desde hace una década su hermano José López Lluch, que también participó en la subasta, dejó de utilizar tanto el nombre como el icono en todos los productos que comercializa a través de su compañía STI Ibérica.