Hábleme por favor de su dedicación a su bodega de Pago de Vallegarcía...

Soy un gran aficionado al vino. Tengo más de 12.000 botellas de vinos selectos y en 1993 compré una finca en los Montes de Toledo. Decidí darle una actividad económica y había dos posibilidades: o el viñedo o el olivar. Allí se da muy bien la variedad de oliva Cornicabra.

¿Qué da más satisfacciones: las empresas o los viñedos?

El viñedo da muchas satisfacciones. Ramón Areces decía que existían inversiones que dan dividendos invisibles y creo que el viñedo da alegría en forma de dividendos invisibles.

¿Cómo van sus ventas en China?

En 2011 vendimos un millón de dólares y a partir de ahí conseguimos que ese importante mercado nos conociera. Nuestros principales compradores están en Alemania, Inglaterra, China y Suiza. Nuestro vino se vende como producto de gran prestigio.

¿Cómo se encuentra tras la sentencia judicial que le obligó a abandonar su majestuoso chalet de Formentor (Mallorca) así como a cortar la luz y el agua?

Todo está ya resuelto porque he pagado ya las tasas de la licencia de primera ocupación.

Así que podrá disfrutar de su casa el próximo verano.

Eso espero. Ha sido muy desagradable pero en esta vida hay que relativizar todo y hay cosas más importantes que el poder utilizar o no una casa de verano.

¿Qué cosas?

La familia, la salud, los negocios, el bienestar de los que te rodean.