La Generalitat Valenciana considera «manifiestamente injustificada» y como «discriminación territorial» la propuesta de restricciones formulada por el consejo regulador de la Denominación de Origen (DO) del Cava -que controlan los productores catalanes- a las nuevas plantaciones y al proceso de reconversión de viñedos para elaborar este vino espumoso que solicitan viticultores de Requena y que suman algo más de 1.500 hectáreas de superficie. En juego está el proceso de expansión de grandes bodegas valencianas, la cosecha de los viticultores e inversiones estimadas en unos 5,6 millones de euros, según la Asociación de Elaboradores de Cava de Requena.

El veto catalán a más cultivo de cava fuera de su territorio, que podría plasmarse en nuevo decreto que ultima el Gobierno de España, ha generado un respuesta contundente por parte de la conselleria de Agricultura al exigir al Consejo Regulador de la DO Cava, con sede social en Vilafranca del Penedés, que no ponga freno a la autorización de 816,3 hectáreas y que permita la reconversión en curso de 692 ha. hasta el primer semestre de 2018.

El Consejo Regulador del Cava reclama al Ministerio de Agricultura que limite en el conjunto de España el incremento de la superficie de viñedo dedicada a la elaboración de cava a 0,1 hectáreas durante los próximos tres años, lo cual supondría, en el caso de que prosperase la propuesta, la prohibición de facto de plantar nuevas cepas destinadas a la obtención del mencionado vino espumoso, tal como denunció AVA-Asaja.

Libre competencia

La dirección general de Desarrollo Rural y PAC de la conselleria ha elaborado un informe, remitido al Ministerio de Agricultura, en el que rechaza, tal como sostiene la DO del Cava, la «existencia de riesgo de oferta excesiva o de devaluación significativa de la denominación, ni tampoco que las medidas propuestas puedan tener efectividad alguna para paliar el hipotético riesgo».

En ese sentido, el citado informe de la administración autonómica valenciana se ampara en estudios elaborados por la Universidad de La Rioja y la Universitat Rovira i Virgili donde se analizan las posibilidades de crecimiento de la superficie de viñedo para elaborar cava. Según la conselleria, las recomendaciones de la DO del Cava «introducen restricciones artificiosas que ponen en riesgo la economía local de algunas regiones, y las perspectivas de desarrollo rural de municipios como Requena y su comarca. No se trata de un problema de superficies inscritas, sino de rendimiento y de modelos de negocio», apunta la conselleria.

En el escrito de l administración valenciana al ministerio tampoco se acepta la creación de «categorías privilegiadas de viñedos que introduzcan distorsiones de los regímenes de libre competencia».