La Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Loterías (Anapal) ha decidido trasladar su sede de Madrid a València en el transcurso de la asamblea celebrada el pasado 11 de marzo que renovó sus órganos de gobierno y puso al frente de la entidad al valenciano Josep Manuel Iborra. Según explicó este último ayer a este diario, la sede estaba en Madrid porque de allí era el anterior presidente de Anapal, Manuel Izquierdo, quien se ha jubilado como máximo responsable de la organización tras 20 años en el cargo.

El traslado a València -también lo hace la revista que edita Anapal- se debe a que aquí está el presidente pero también otros cargos, como la tesorera o, en Alicante, uno de los vocales de la junta de gobierno. El domicilio de Anapal se mantendrá en València al menos durante los seis años de mandato que tiene por delante Iborra, secretario general de la agrupación los últimos diez años.

Iborra explicó que Anapal acapara a unos 1.200 afiliados, es decir el 30 % del sector en España. En estos momentos, en el país hay unos 10.000 puntos de venta, de los cuales aproximadamente 4.200 son negocios dedicados en exclusiva a la venta de apuestas y loterías -con 15.000 empleos- y otros 6.000 son mixtos, es decir kioskos, estancos o bares donde también se expende este producto. Más de un 80 % de los 8.800 millones de euros que factura en su conjunto este sector correspondía, en 2016, a los administradores. La Comunitat Valenciana ocupa la cuarta posición en ventas tras Andalucía, Madrid y Cataluña, con Alicante y València ocupando la cuarta y tercera posición, respectivamente, en el escalafón por provincias. La autonomía tiene 600 puntos de venta, de los que 250 lo son en exclusiva.

Pensiones

Coincidiendo con la celebración de su asamblea, Anapal hizo público ayer un comunicado en el que reclama que los beneficios de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) se destinen a la hucha de las pensiones. «Según los datos de 2016, el último ejercicio disponible, los beneficios superan los 1.500 millones de euros, cantidad a la que se suma los más de 640 millones destinados a impuestos», argumenta la asociación.

En este contexto, Iborra solicita que los beneficios de la sociedad estatal sean «directamente» derivados a la hucha de las pensiones. «En un momento como este, en el que la estabilidad del fondo de las pensiones es una de las principales preocupaciones de nuestro país, pensamos que tiene sentido reclamar que la venta de lotería sea destinada a este fin y que cada persona que invierte en juego público sepa a qué va dirigido su dinero», precisó Iborra, quien no ocultó, en declaraciones a este diario, que una medida de estas características incrementaría las ventas de loterías. Por otro lado, Anapal reclama que el impuesto del 20 % con que se gravan los premios de más de 2.500 euros se elimine o se eleve el importe mínimo porque ha tenido «un efecto directo en el descenso de la venta de lotería».