La Audiencia Nacional ha agitado la lucha por la libertad horaria en el área metropolitana de València. Una sentencia conocida el pasado jueves da la razón al centro comercial de Xirivella, Gran Turia, en su lucha contra la Generalitat para abrir los mismos domingos y festivos que la ciudad de València, a la que está literalmente pegada. El fallo, al mismo tiempo, ha dado argumentos al centro comercial MN4, algo más alejado de la capital y que tampoco puede abrir.

Este enclave comercial de Alfafar, propiedad de la familia Martí, va a utilizar la sentencia para pedir el mismo resultado que Gran Turia. En su opinión, delimitar la libertad horaria teniendo en cuenta solo los límites de un municipio vulnera la unidad de mercado.

MN4 va a pedir amparo a la Secretaría del Consejo para la Unidad de Mercado, dependiente del Ministerio de Economía, según detalla Javier Ortiz, representante legal del centro comercial. Su objetivo es buscar una solución «extraprocesal», más rápida que la de Gran Turia. MN4 confía en que el ministerio respalde su posición y convoque una comisión bilateral Estado-Generalitat para cambiar la normativa autonómica de horarios comerciales. Su objetivo es que todos los operadores que estén en una misma área de influencia disfruten del mismo régimen de aperturas, para evitar agravios comparativos.

En paralelo a esto, MN4 pretende articular también un frente de grandes operadores, básicamente los que ocupan el poderoso núcleo comercial de Alfafar, para explorar la vía legal que emprendió con éxito Gran Turia. Se trata de un mecanismo que se ampara de nuevo en la ley de Garantía de Unidad de Mercado, explican desde Ortiz & Asociados. Pero en este caso, se busca el respaldo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que puede recurrir a la Audiencia Nacional y pedir medidas cautelares. Esa vía se toma cuando se ha producido una resolución expresa denegatoria, lo que implica que MN4 y los demás deberían pedir formalmente al ayuntamiento y la Generalitat la posibilidad de abrir los mismos días que València.

Desde que en 2013 el Ayuntamiento de València y la Generalitat delimitaran en la capital varias zonas de gran afluencia turística, los operadores comerciales de municipios cercanos se alzaron en pie de guerra. Alfafar, por su acumulación de grandes operadores (Ikea, MN4, Bauhaus, Media Markt, Decathlon, etc), centró parte de la polémica.

Una de las firmas más críticas ha sido la multinacional sueca Ikea. La cadena utilizó una tercera vía de recurso, que no pasaba por Madrid sino por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la C. Valenciana. Ikea instó al Consell a declarar la libre apertura, pero fue rechazada. Y el TSJ tampoco le dio la razón. La sentencia lo tumbó el pasado 2017 con el argumento de que Alfafar no cumple los criterios para ser declarado zona de gran afluencia turística, desde la falta de monumentos de interés a la carencia de plazas hoteleras.

La apelación a la unidad de mercado, aunque más lenta, se ha revelado una vía más efectiva para los intereses de las grande superficies. Sin embargo, Ikea parece haber renunciado definitivamente a la batalla por la apertura dominical. Consultadas por este diario, fuentes de la dirección española de Ikea trasladan que van a seguir con la política de respeto a la actual normativa autonómica y no van a explorar nuevos mecanismos judiciales tras la sentencia de la Audiencia Nacional en favor de Gran Turia.