La Plataforma de Afectados del Banco de Valencia se ha quedado sin balas en su intento por que la Justicia revierta la operación por la que definitivamente desapareció la entidad financiera. El pasado lunes, la sección tercera de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo desestimó el recurso de casación que había presentado esta organización contra otra decisión desfavorable para sus intereses de la Audiencia Nacional.

La Plataforma había interpuesto un recurso de reposición contra una resolución de diciembre de 2012 del fondo de rescate financiero FROB que acordó realizar las operaciones de reducción y aumento de capital con exclusión del derecho de suscripción preferente para los accionistas minoritarios de aquel momento. Se trató del paso definitivo en el proceso de resolución de la entidad, que había sido intervenida en noviembre de 2011. Con el mismo, el FROB se hizo con todo el poco capital del banco que no controlaba y pudo formalizar la venta por un euro de la entidad valenciana a CaixaBank, una decisión que cinco años más tarde propició que esta última trasladara su sede social a València impelida por la deriva independentista en Cataluña. El FROB desestimó el recurso de la citada plataforma, que luego recurrió ante la Audiencia Nacional. Esta última no le dio la razón en 2016 y la asociación buscó el respaldo del Supremo, ahora denegado.

El Supremo, que condena a costas a la plataforma, basa su resolución, como la Audiencia, en la «insolvencia e inviabilidad de la entidad bancaria, que obligan a colocarla bajo un régimen particular, que sustituye al concursal en cuanto requiere de la tutela administrativa a fin de garantizar no solo los intereses de los acreedores, sino también la estabilidad del sistema».