¿Qué papel tienen los institutos tecnológicos en la implementación del 4.0?

Los centros de REDIT tienen un papel fundamental a la hora de ayudar a las pymes a implementar tecnología e innovación. Por un lado, nuestros Institutos Tecnológicos reúnen gran número de capacidades para hacer un asesoramiento individualizado a cada empresa que quiera abordar un proceso de digitalización para ofrecerle un Plan de Transformación Digital a medida. Somos expertos tanto en el desarrollo de la tecnología, fundamentalmente a través del ITI, como en su aplicación e implantación en los diferentes sectores, a través del resto de Centros de referencia en cada sector.

En ese sentido, y por citar un caso, varios de nuestros centros han colaborado recientemente a través de una UTE liderada por el Instituto Tecnológico de Informática (ITI), y en la que participan también el Centro de la Cerámica (ITC), el de Producto Infantil y Ocio (AIJU), el Metalmecánico, Mueble y Madera, (AIDIMME), el del Plástico (AIMPLAS), el del Calzado (INESCOP) y el de Energía (ITE) con el fin de ofrecer servicios aplicados a su campo de especialidad. Gracias a esta iniciativa, pudieron hacer más de 20 diagnósticos a empresas de diferentes sectores.

¿Podemos decir que están a la vanguardia?

La digitalización supone uno de los principales retos a los que se enfrentan las empresas e instituciones españolas para mejorar la economía del país. El futuro está en la digitalización de las cadenas de valor en las empresas y los Institutos Tecnológicos estamos para asesorar y acompañar a las empresas en esta transformación con las tecnologías más adecuadas a cada proceso y para cada sector.

Ayudan a las empresas a innovar. ¿Cuál es la situación de la que parten?

La mayoría de las empresas de nuestra comunidad son muy pequeñas por lo que no cuentan, internamente, con los recursos necesarios para innovar. Por esta razón es tan importante que se apoyen en agentes externos, como los institutos tecnológicos, para abordar estos procesos con las mayores garantías. De hecho, REDIT es la primera red de apoyo a pymes a nivel nacional. Actualmente, en los centros de la red trabajan 1.500 personas, principalmente del ámbito científico-tecnológico, para más de 13.000 empresas con quienes desarrollamos unos 800 proyectos de I+D anuales.

¿Cuáles son las principales dificultades que ven que tienen las empresas a la hora de iniciar un proceso de transformación digital?

Cuando hablamos de transformación digital estamos hablando de una revolución que va a conllevar importantes cambios, pero que siempre parte de los datos. Muchas veces el problema está, precisamente, en el punto de arranque: cuando no existen esos datos digitalizados. O cuando los propios polígonos industriales no tienen infraestructura de fibra óptica adecuada.

También hay un reto vinculado a la estandarización de los lenguajes empleados por las diferentes máquinas de la planta de producción, para que haya una mayor capacidad de interconexión entre ellas.

¿Qué papel tiene la formación en todos estos cambios?

La formación es fundamental para llevar a cabo cualquier proceso de transformación porque, en el centro de cualquier organización, están siempre las personas.

La industria 4.0 o la cuarta revolución industrial, es la revolución del conocimiento, en todas sus dimensiones. La información ya no es poder; el conocimiento lo es. Porque la transformación digital afecta a toda la cadena de fabricación: suministros, fabricación, distribución y clientes.