Saloni pasa a ser propiedad de la firma escocesa Victoria PLC, dedicada hasta ahora, y de manera principal, a la fabricación de moqueta, y que en los últimos tiempos ha puesto su mirada en la industria cerámica. El año pasado compró la firma Keraben y también hizo lo propio con la empresa italiana Ceramiche Serra.

Victoria pagará a Mosaiq (antigua Obinesa) 97 millones de euros en efectivo y, además, asumirá otras obligaciones del pasivo circulante de la empresa. Los nuevos propietarios se han comprometido a mantener los 500 puestos de trabajo y que se mantendrá activa la marca.

Saloni, cuyas instalaciones se encuentran en el término municipal de Sant Joan de Moró, fue fundada en el año 1971 como parte de la compañía constructora Lubasa que, además de vender a terceros, se encargaba de suministrar las baldosas para sus obras. El pasado año el grupo inversor Atitlan adquirió el 55 % de las acciones de Obinesa, la empresa que agrupaba a todo el conglomerado empresarial de la familia Batalla, al asumir parte de la deuda financiera del grupo. De esta manera, y mediante la unión de Obinesa y Atitlan se creó Mosaiq Grupo Empresarial.

En la actualidad, Saloni está posicionada como una de las empresas más relevantes del sector azulejero español. Sus productos se comercializan en un centenar de países, tiene tiendas propias en España, Francia, Gran Bretaña y Portugal, en las que se ha centrado gran parte de su estrategia de crecimiento a nivel comercial. Además cuenta con unas instalaciones productivas de más de 270.000 metros cuadrados.

Facturación de 115 millones

De la mano de Mosaiq, Saloni siguió creciendo y el año pasado se puso en marcha una nueva línea de revestimiento de gran formato que aumentó su capacidad productiva un 20 %. La facturación en el 2017 ascendió a los 115 millones de euros, un 9,1 % más que el año anterior.

«La integración de Saloni en Victoria apuntala y refuerza su proyección, y la consolida a nivel mundial como una de las principales marcas de futuro en el sector», han indicado fuentes de Mosaiq. Además, desde la compañía vendedora, que recientemente también se deshizo de sus negocios de aparcamientos y automoción, se subraya que esta venta se enmarca en su proceso de reestructuración, y que el grueso de los ingresos de la venta se ha destinado «a atender compromisos financieros relativos a la deuda a corto y largo plazo derivada del acuerdo marco de refinanciación firmado en 2017». Como consecuencia, las «dos grandes divisiones» de Mosaiq, la de medio ambiente y la de servicios de construcción, «afrontan el crecimiento futuro desde una posición de solidez financiera, prácticamente libres de endeudamiento».

La división de medio ambiente de Mosaiq cuenta con 800 personas.