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Ortiz e Hijos gana dinero con las contratas y pierde con la construcción

El germen del grupo, Enrique Ortiz e Hijos, se anota unos números rojos de 11,7 millones en 2017 y encadena seis ejercicios en negativo

Probablemente, cuando Enrique Ortiz decidió ampliar sus horizontes más allá del ladrillo y diversificar sus intereses nunca pensó que una crisis económica se llevaría por delante buena parte del sector inmobiliario nacional y que serían las concesiones y las empresas de servicios las que acabarían por resultar más rentables.

Sin embargo, a día de hoy ésa es la realidad del conglomerado que administra el polémico empresario, el Grupo Cívica, donde el germen del grupo -la constructora Enrique Ortiz e Hijos S. A.- encadena ya seis años en números rojos mientras los holdings que aglutinan sus inversiones en contratas como la recogida de basura de Alicante o sus participaciones en centros geriátricos no dejan de dar beneficios.

Así lo reflejan, al menos, las cuentas correspondientes a 2017 que acaba de depositar en el Registro Mercantil la sociedad que ejerce de matriz de todo el entramado empresarial: Grupo Cívica, Construcción y Servicios del Mediterráneo. Unas cuentas que, si bien no permiten saber cuál es el resultado final de todo el grupo -es decir, si Ortiz ganó o perdió dinero a final de año con el conjunto de sus negocios, ya que no son cuentas consolidadas-, sí incluyen unas pinceladas de cómo fueron las distintas ramas de actividad. Y lo hacen al recoger el estado patrimonial y el resultado de las siete sociedades que lo componen y que, a su vez, aglutinan decenas de participaciones en otras compañías.

De todas ellas la que presenta los peores números es la ya citada Enrique Ortiz e Hijos, Contratista de Obras. La firma fundada en 1985 y que supone el origen del grupo multiplicó por ocho las pérdidas del ejercicio anterior, hasta sumar unos números rojos de 11,7 millones de euros en lo que supone su sexto año consecutivo en negativo. Unos resultados que no sorprenden si se tiene en cuenta que esta sociedad es la que concentra la mayoría de inversiones que el grupo realizó junto a otros socios para la adquisición de terrenos y que incluyen, por ejemplo, el Grupo Urbanika, el impulsor del fracasado Plan Rabasa.

Eso sí, no todo es negativo, ya que esta sociedad también es la que ostenta la propiedad de concesionarias de aparcamientos como los de Catedrático Soler o la avenida de la Estación, en Alicante; o el de La Rosaleda, en Alcoy, entre otros. También sigue en pérdidas la sociedad Obras Asfálticas y Construcciones S.A., cuya principal actividad, a pesar de su nombre, es ostentar participaciones en otras firmas del grupo o en el Hércules.

Por el contrario, Ortiz ha logrado dar la vuelta a los números rojos que presentaban en 2016 Gestizor y Cívica Desarrollo y Gestión de Suelo, que en 2017 anotaron unos beneficios de 74.704 y 95.926 euros, respectivamente. Por su parte, Tizor Hormigones y Asfaltos, con la que el empresario opta a concursos de obras, ganó 125.964 euros.

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