El dinero que los valencianos tienen depositado en las entidades financieras -depósitos a la vista y a plazo- alcanzaron al finalizar el segundo trimestre de 2018 un máximo histórico de 107.540 millones de euros. Tres meses más tarde, los últimos datos disponibles en el Banco de España indicaban un ligero descenso de menos de 300 millones, hasta los 107.281. Se trata de un cifra solo un 4 % superior a la que había en septiembre de 2008, el mes y el año, por cierto, en que se produjo la quiebra de Lehman Brothers y la Gran Recesión mostró su letal magnitud en toda su crudeza. Al cierre de aquel trimestre de hace más de diez años, los depósitos bancarios de los valencianos se situaban en los 103.144 millones, lo que implica 4.100 millones menos que en septiembre de 2018. Las administraciones públicas han pasado en ese período de 4.160 a 4.786 millones, mientras que los hogares y las empresas han elevado sus depósitos de 98.983 a 102.494.
«Lógico»
El director adjunto del IVIE, Joaquín Maudos, asegura que el incremento del dinero ingresado en los bancos «es lógico. Sucede como con el PIB. Siempre sube». De hecho, este experto asegura que, si la renta de los valencianos fuera más elevada y no se hubiera incrementado el consumo, los mencionados 107.281 millones deberían ser más.
