Las medidas extraordinarias puestas en marcha por el Ministerio de Agricultura -a través de los fondos operativos de la Unión Europea- para paliar los efectos de la grave crisis citrícola durante la campaña 2018/2019 no están teniendo los resultados previstos por las organizaciones agrarias. Según anunció ayer el ministro Luis Planas, en lo que va de temporada, «sólo» se han consumido 10.000 de las 50.000 toneladas -es decir, el 20 % del total- que la administración pública ha dispuesto para su transformación en zumo de naranja ante el exceso de oferta y el hundimiento de precios tras la invasión de agrios de terceros países como Sudáfrica, Egipto y Turquía, entre otros países. El ministro de Agricultura, Luis Planas, se ofreció ayer a hablar en el Congreso sobre la crisis de los cítricos el próximo 6 de febrero.

La retirada extraordinaria de 50.000 toneladas se ha abierto como una alternativa a los destinos por los que pueden optar las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH), siempre con cargo al presupuesto de los citados programas operativos. De hecho, la retirada en condiciones habituales (hasta el 5% del volumen total) siempre es una opción a disposición de las OPFH, aunque ahora puede crecer al destinarse una partida de 12,5 millones de euros tal como ha aprobado el Ejecutivo central. Sin embargo, según fuentes de Cooperativas Agro-alimentàries, si se usan esos fondos para el desvío de producción para zumos no se pueden emplear esos fondos para inversiones, con lo muchas organizaciones de productores, tras aprobarse esas ayudas a finales de diciembre de 2018, consideran que llegan tarde porque la campaña está avanzada y gran parte de sus socios productores han optado por no solicitarlas.

Respecto a posibles cláusulas de salvaguardia en las importaciones Planas aseguró que el Gobierno y la CE observan la evolución del mercado de los cítricos, que pasa por una situación «complicada» y aseguró que «en su momento» se adoptarán las medidas oportunas. Planas lamentó la paralización e inactividad de la interprofesional Intercitrus, que podría optar a planes de promoción y ayudas de la UE, así como la desorganización del sector citrícola.