El sector agrícola tendrá una nueva herramienta para finales de año con la creación de un Observatorio dedicado a las frutas y hortalizas por parte de la Comisión Europea. Así lo aseguró ayer el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, durante la clausura de la convención citrícola del PSPV-PSOE en la que también ha intervenido el ministro de Agricultura, Luis Planas. Este nuevo organismo será «básico» para conocer de manera permanente datos sobre «la evolución de cómo están funcionando los mercados», así como saber si «hace falta abordar alguna claúsula de salvaguardia o algún otro tipo de actuación», aseguró el líder del PSPV.
Este observatorio, según explicaron fuentes de la Generalitat Valenciana, se espera que esté creado durante el segundo semestre de este año y tendrá su principal foco en cinco productos como son los tomates, las manzanas, los melocotones, las nectarinas y los cítricos y a él se unirá la creación de otro observatorio europeo especializado en el vino. Además, desde su puesta en marcha, la Comisión Europea asegura que todos los datos estarán disponibles online para poder generar informes y perspectivas del sector, lo que generará «una mayor transparencia y análisis a dos sectores clave de la agricultura europea». Estos dos nuevos observatorios, como destaca el órgano europeo, se unirán a los ya creados anteriormente para la leche, el azúcar o la carne.
En el centro de la PAC
Entre las posibilidades que el nuevo observatorio hortofrutícola despertará para la Comunitat Valenciana, Ximo Puig quiso poner en valor que la Política Agraria Comunitaria (PAC) haya puesto «por una vez» en el centro de sus directrices «la agricultura mediterránea» y por ello señaló que desde la Generalitat se intentará que el nuevo observatorio esté activo «antes del inicio de la próxima campaña».
Asimismo, el líder del PSPV resaltó en el encuentro agrícola que es necesario «la unidad, el trabajo en común y la cogestión entre todo el sector y las administraciones públicas» para poner solución a la «grave crisis del sector». En esta misma línea se manifestó el ministro Planas, insistiendo en que «las soluciones a los problemas estructurales y coyunturales» del sector deben ser «de todos» y para ello «contarán con el apoyo del Gobierno central y autonómico para lograr entre todos superar esta grave crisis».
Con el fin de poner las bases para esta recuperación de un sector citrícola que esta viviendo una mala temporada, el ministro Planas se reunirá este jueves con representantes del sector y las comunidades autónomas para tratar la crisis actual que vive este mercado, un encuentro que calificó como «muy importante», señalando que hay que cambiar «de una postura defensiva a una ofensiva» porque los citricultores tiene «todas las condiciones y oportunidades para seguir siendo líderes del sector citrícola a nivel mundial».
Gran capacidad exportadora
En este horizonte de la política agraria valenciana, Puig recalcó la importancia de apostar también por la ampliación de horizontes en mercados extranjeros, lo que supone «un objetivo fundamental porque la capacidad exportadora del campo valencianos es irrebatible». «Queremos competir, tenemos el mejor producto del mundo, así que queremos competir», enfatizó el presidente de la Generalitat.
Por ello y con el fin de asegurar esta competitividad, Puig exigió una buena reciprocidad entre la agricultura valenciana y el resto de países miembros de la Unión Europea «sobre todo en aquello que tiene que ver con lo fitosanitario, que no es únicamente un problema de competencia sino también de sanidad y de plagas».
En esta línea, el líder socialista también pidió al ministro Planas que «lidere» en la Unión Europea «la consolidación de una Unión Aduanera» todo ello con la finalidad de que las mercancías «no se desvíen a puertos europeos donde los controles y las sanciones son más laxos». En relación a ello, el ministro reiteró la intención del Gobierno de estar «al lado del sector a la hora de exigir ante la Unión Europea reciprocidad en los controles fitosanitarios y de sanidad vegetal respecto a los que se exige a la fruta procedente de terceros países».
