La plantilla de Ford, en realidad todo el sector de la automoción valenciana, vive en un ay. Tal como se temía desde hace semanas, la dirección de la planta ha lanzado ya un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por el que la compañía parará seis días hasta junio. De prosperar en la negociación la propuesta del sindicato mayoritario UGT, los paros se producirían 15 de marzo; el 29 y 30 de abril y el 2, 3 y 31 de mayo. El expediente afectará a toda la fábrica, excepto a la producción de piezas para motores (Mecanizados).
Como viene ocurriendo desde hace un año, la caída de las ventas está detrás de estos ajustes. Pese al pedido de CaixaBank de 2.000 Kuga para su flota de renting, Ford se ve obligada a reducir la producción en algo más de diez mil vehículos este primer semestre. El mal comportamiento del mercado de EE UU también impacta sobre el ensamblaje de motores. Almussafes reducirá entre el 5% y 6% el número de propulsores que fabrica para Norteamérica, según apunta STM-Intersindical.
Los sindicatos fueron informados ayer de los planes de la compañía durante una comisión consultiva. Será el tercer ERTE de los últimos meses en el complejo industrial, después de los que se produjeron durante 2018. Concretamente, uno durante los meses de abril, mayo y junio; el más reciente se prolongó de noviembre a enero. Y puede que este que va a aplicarse el próximo trimestre no sea el último. En junio se estudiará si es necesario un nuevo ERTE.
La firma, en realidad, ha acudido con tanta frecuencia a esta figura de suspensión de contrato que la C. Valenciana acumuló el pasado año el peor registro de despidos temporales de España.
Y es que cuando Ford estornuda, todo el sector de la automoción se constipa. Para este ERTE no solo se van a ver afectados casi 6.700 empleados de Ford. Los grandes proveedores de la multinacional ya comenzaron a plantear la semana pasada sus medidas para afrontar el nuevo ajuste de producción, antes incluso que la propia compañía.
Es el caso de Gestamp, que produce varios componentes para la factoría y que, según confirma la propia empresa, va a parar los mismos días que Ford. Desde el sindicato CC OO confirman también el inicio de conversaciones con Faurecia para realizar ajustes en la misma línea que Ford. Otras empresas consultadas por este diario reconocen que, sin llegar al ERTE, van a recurrir a las medidas de flexibilidad que contempla su convenio para sortear esta caída de actividad.
En este listado de empresas afectadas, al que se sumarán otras en los próximos días, también aparece Pilkington, proveedor de parabrisas y lunetas con sede en Sagunt y que hace unos días anunció un ERTE de trece meses para sus 400 trabajadores motivado por la caída de la demanda del sector del automóvil.
La sucesión de ajustes en Ford está alterando los ánimos de la plantilla. El sindicato CC OO está criticando la falta de medidas para solventar este problema «estructural». La central ya trasladó la semana pasada su inquietud al conseller Rafael Climent respecto a la situación del sector de la automoción. Y temen que la inestabilidad por la caída de la demanda se prolongue todo el año.
