El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, señaló ayer que si pudiera pedir algo al futuro Gobierno que salga de las elecciones generales del próximo 28 de abril, le pediría dos cosas: que «mantenga el mismo tono de no injerencia política» de los últimos siete años y que «tenga claro el proceso de privatización de Bankia». Esto, a su entender, «es lo mejor para los ciudadanos» y para «evitar tentaciones» de usar la entidad como «banca pública». Goirigolzarri se pronunció en estos términos en un almuerzo previo a la junta de accionistas que se celebra hoy en València.
Durante el encuentro, confirmó que pese a los bajos tipos de interés, la entidad mantiene los objetivos de su plan estratégico 2018-2020, tanto en lo que respecta a beneficios como en su compromiso de distribuir 2.500 millones de euros entre los accionistas. Aunque cuando elaboraron esta hoja de ruta preveía tipos de interés más altos, todavía «queda mucho partido» por jugar.
En cuanto a la posibilidad de una fusión con el BBVA u otras entidades, el presidente de Bankia aseguró que «no contempla ningún tipo de fusión; no hay ninguna sobre la mesa ni sobrevuela sobre la mes», insistió. Tampoco «ninguna OPA». En todo caso, apuntó que cuando los tipos de interés son altos «se aletargan los procesos de consolidación» mientras que los tipos de interés bajos a largo plazo «incentivan la consolidación, como una manera de capturar sinergias». «Eso no aboca a procesos de consolidación inmediatamente, pero si los tipos negativos duran dos o tres años, indudablemente se animarán los procesos de consolidación», auguró.
Cierre de oficinas
Goirigolzarri admitió que se contempla el cierre de oficinas pero «no de manera brusca» y «nada drástico», en línea con las nuevas necesidades de los clientes de la entidad.
