El banco malo y su principal accionista, con un 49 % del capital, el fondo público FROB pugnan por cobrar una elevada indemnización si finalmente la Audiencia Nacional falla a su favor en el caso Nou Litoral, una de las operaciones inmobiliarias que mayores perjuicios causaron al Banco de Valencia. El FROB presentó en 2013 una querella contra el exconsejero delegado del banco, Domingo Parra, el entonces director de participaciones inmobiliarias, Alfonso Monferrer, y los empresarios Salvador Vila, Juan Bautista Soler Luján -también expresidente del València CF-, el notario Carlos Pascual, Fernando Polanco y Teresa Villalba, por presuntas irregularidades en tres operaciones inmobiliarias denominadas Nou Litoral, Valencia Viviendas y Faverche Desarrollos que causaron un perjuicio de 160,5 millones de euros.
Esta macrocausa ya ha sido enjuiciada en la Audiencia Nacional y ahora se encuentra vista para sentencia. En el juicio, tanto el FROB como la Sareb reclamaron su derecho a percibir una indemnización de 140 millones, según adelantó El Confidencial. El banco malo, una entidad de minoría pública creada para adjudicarle los activos tóxicos de los bancos y cajas intervenidos, aduce que fue la última firma que gestionó los préstamos, mientras que el FROB argumenta que fue el que tuvo que recapitalizar al Banco de Valencia y asumir pérdidas una vez que traspasó los activos a la Sareb, según confirmaron a Levante-EMV fuentes del sector financiero, que, no obstante, recordaron las vinculaciones societarias existentes entre las dos entidades e insistieron en que «lo prioritario es recuperar el dinero».
No es este el único caso en el que se está mostrando activa la sociedad presidida por Jaime Echegoyen. Como apuntaba el citado digital, la Sareb reclama otros 220 millones a exdirectivos de las antiguas cajas de ahorros por operaciones irregulares. El último caso es el de Ramiterra, por importe de 90 millones, donde acaba de pedir la imputación de cuatro exdirectivos de las cajas gallegas y la responsabilidad civil de Abanca, la entidad que heredó el negocio de NCG Banco, a su vez fruto de la fusión de Caixa Galicia y CaixaNova.
