La Comunitat Valenciana se vio obligada a importar el año pasado el 30 % de la energía que consumió por el retraso en el despliegue de las plantas renovables y la sequía. El principal problema es la demora en el desarrollo del plan eólico valenciano aprobado hace 16 años y que solo se ha desarrollado al 42 %. Las plantas valencianas generaron el año pasado el 69,53 % de la energía que demandó la comunidad y fue necesario importar un 30,47 % de centrales de otras regiones españolas, según revela el balance anual de Red Eléctrica de España (REE) al que ha tenido acceso Levante-EMV. El déficit energético se produce a pesar de la potencia de la planta nuclear de Cofrentes, que representa el 48 % de la generación eléctrica valenciana.
El año pasado aumentó un 2 % la demanda valenciana de energía eléctrica frente a una subida media del 0,4 % en el resto de España por la reactivación económica del sector industrial tras la crisis. Fuentes de REE explicaron que el incremento de la demanda podía haber sido superior (en consonancia con el PIB), pero se están notando las medidas de eficiencia energética impulsadas por la Administración que han llegado «para quedarse». La demanda valenciana de energía fue en 2018 de 27.500 GWh, cifra que representa el 10,2 % del consumo total de energía en España.
Durante el año 2018, se generaron en la Comunitat Valenciana 19.120 GWh de electricidad, lo que representa el 7,3 % del total de la producción nacional. A pesar de la presión para acelerar el cierre de Cofrentes, los datos de Red Eléctrica de España confirman la dependencia energética de la Comunitat Valenciana de la planta nuclear mientras no se desarrollen las renovables. El 48 % de la energía que se produjo el año pasado en la Comunitat Valenciana procedía de Cofrentes (la cifra es un 7 % superior a la de 2017 porque ese año la planta tuvo un parón por una recarga programada que se prolongó por una avería); el 21,5 % de las plantas de ciclo combinado; el 12,9 % de los aerogeneradores de los parques eólicos; el 8,8 % de cogeneración; el 7,3 % de centrales hidráulicas (frente al 8 % de 2017); el 2,8 % de solar fotovoltaica y el 0,5 % de solar térmica.
El mix de producción valenciano está formado por un 18,5 % de energías renovables y un 81,5 % de no renovables. En el resto de España la situación de las energías renovables (que además de limpias son más baratas para el consumidor) es mejor. El 38,4 % de la energía que se produce en España es renovable y el 61,6 % no renovable.
La situación va a revertir en los próximos años por los compromisos para reducir las emisiones de CO2. El Gobierno se ha marcado como objetivo que en el año 2030 el 74 % de la energía producida en España sea de origen renovable. La Generalitat Valenciana también ha dado un impulso a la energía verde. Durante la crisis, la Conselleria de Economía fue muy flexible y dio prórrogas a las empresas que tenían concesiones para desarrollar parques fotovoltaicos. Algunas llegaron a acumular hasta siete prórrogas, pero ahora ya no admites demoras. Además, ha trabajado para el desbloqueo del plan eólico, aunque los trámites se han demorado por las trabas burocráticas y la falta de personal.
Nuevo parque eólico
La Conselleria de Economía ha autorizado esta semana a Enerfín construir en Cofrentes un parque eólico de 49,5 megavatios (MW) con una inversión de 50 millones. Va a ser la primera planta con aerogeneradores que se va a levantar ne la C. Valenciana desde 2011.
El parque generador valenciano cuenta con una potencia instalada de 8.224 MW (el 7,9 % del total de España) que se reparte así: 34,7 % de ciclo combinado, 26,3 % de hidráulica, 14,7 % de eólica, 12,8 % de nuclear, 5,8 % de cogeneración, 4,4 % de fotovoltaica y el resto de otras tecnología, según recogen los datos de Red Eléctrica de España.
