La muerte iguala a los seres humanos, al menos a partir del entierro. Mientras tanto, hay diferencias. Por ejemplo, en el propio sepelio. No es lo mismo, desde un punto de vista económico, morir en Girona que hacerlo en Zamora, las provincias más caras y más baratas, respectivamente. En València, la muerte también tiene un alto precio. Así se desprende de un informe hecho público ayer por la patronal de las aseguradoras Unespa, que pone de manifiesto que si un entierro medio en España tiene un coste de mil euros -es un ejemplo- en la provincia del norte de Cataluña se pagan 1.290 (un 29,2 % más), mientras que en la castellanoleonesa se abonan cerca de 600, es decir, un 39,7 % menos.
La de València se encuentra entre las diez más onerosas en este triste servicio, dado que en ella se pagan 1.085 euros. Un poco más lejos, aunque dentro del grupo que está por encima de la media, aparecen Alicante, con un 2,1 % más, o sea 1.021 euros, y Castelló, con un 1,2 % y 1.012 euros en cada caso. Los datos de Unespa, correspondientes al período comprendido entre junio de 2017 y junio de 2018, certifican que Cataluña y Madrid son las dos autonomías más caras. La citada patronal destaca que en España la mitad de la población tiene un seguro de deceso, a través del cual se abonan cada año entre el 60 % y el 65 % de los entierros.
El documento se detiene también a analizar qué sucede en el ámbito municipal. En el caso de las ciudades con más de 250.000 habitantes, la más onerosa es con gran diferencia Madrid, donde un entierro cuesta un 59 % más que en la media española. A continuación, está Vigo, con un 33 %, y la tercera posición corresponde a València, con casi un 28 %. Muy cerca, con un 23,1 %, aparece Alicante. En cuanto a las poblaciones con más de 75.000 habitantes, las cinco primeras posiciones las ocupan cuatro ciudades de Madrid y la capital de España, todas ellas entre el 48 % y el 59 % por encima de la media nacional. Las dos primeras de la Comunitat Valenciana son València y Alicante, con los porcentajes ya mencionados. Luego le siguen tres poblaciones alicantinas: Torrevieja (16,3 %), Elx (15,9 %) y Orihuela (9,9 %). Castelló tiene un 7,6 %. Si se incluyen las localidades con más de 50.000 vecinos, aparecen también Benidorm (25,4 %), Vila-real (20,5 %), Sagunt (19 %), Paterna (13,2 %), Elda (5,3 %), Alcoi (4,5 %) y Gandia (3,1 %). Ninguna entre las que tienen un registro negativo.
