La recuperación económica de los últimos ejercicios, que en 2018 entró en una fase de desaceleración, no está sirviendo para reducir la brecha de pobreza en la Comunitat Valenciana. Si la macroeconomía muestra cifras robustas, los incrementos de sus principales magnitudes no se trasladan al día a día de los ciudadanos, afectados por un mercado laboral más amplio pero lastrado por una creciente precariedad en los salarios y los contratos. La gran consecuencia de todo ello es que los ingresos de las familias merman. Así las cosas, el 22,9 % de la población residente en la autonomía se encontraba al cierre de 2017 por debajo del umbral de riesgo de pobreza, teniendo en cuenta los ingresos de 2016 y la distribución de los ingresos de los hogares valencianos. Se trata, según los últimos datos al respecto del Institut Valencià d'Estadística (IVE), de un incremento de 3,9 puntos por encima del ejercicio anterior, que además rompe la tendencia descendente de años previos, dado que entre 2012 y 2016 se había registrado una bajada de 4,1 puntos.
Ámbito comarcal
En efecto, la citada tasa de pobreza estaba en 2016 en el 19 %. El empeoramiento es absolutamente generalizado y afecta a todas las comarcas de la autonomía, aunque su incidencia es mucho mayor en las alicantinas. Esta provincia en su conjunto está en este indicador en el 26,6 %, seis puntos por encima de las de València y Castelló. Tres comarcas de esa demarcación encabezan este lastimoso escalafón: La Marina Alta (33,4 %), el Baix Segura (32,8 %) y La Marina Baixa (29,8 %). Las tres que salen mejor paradas se encuentran en Castelló. Se trata, concretamente, de El Alto Mijares (15,8 %), L'Alt Maestrat (15,3 %) y Els Ports (14,6 %).
La comarca que ha visto cómo empeoraba su situación de forma más acusada ha sido La Marina Alta, donde la tasa de riesgo de pobreza ha aumentado en un año en 7,1 puntos. Le sigue El Baix Vinalopó, con siete, L'Alacantí, con 6,7,el Baix Segura, con 5,9, La Marina Baixa, con 5,4, y L'Horta Nord, con 4,9. En el otro lado de la balanza, la menos perjudicada ha sido la ciudad de València, donde el aumento de este indicador se ha quedado en 1,4 puntos. Justo después está Utiel-Requena, con 1,9. La tercera plaza corresponde a La Vall d'Albaida, con un incremento de 2,1.
El IVE también analiza el indicador agregado AROPE que mide, además del riesgo de pobreza, la exclusión social. Una persona se encuentra en esa situación si cumple al menos uno de los tres siguientes criterios: Está en riesgo de pobreza y vive en un hogar con una renta inferior al umbral de pobreza; está en privación material severa; o vive en un hogar con baja intensidad de trabajo. En este caso, el porcentaje de valencianos que se encuentran en esta tesitura se situó en 2017 en el 29,2 %, con un incremento de tres puntos respecto al año anterior. De nuevo, Alicante tiene una tasa muy superior a las que presentan València y Castelló: un 33,2 % frente a un 27 % y un 26,5 %, respectivamente.
