El expresidente de BBVA, Francisco González, ha dicho hoy en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que los sistemas de protección de activos (SIP) que integraron cajas de ahorros para formar entidades más grandes supuso "juntas cajas buenas con cajas malas para obtener cajas peores".

González declara como testigo a petición de las acusaciones particulares, en una lista en la que también figuran el exministro de Economía Luis de Guindos, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, o la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

A preguntas de la fiscal Carmen Launa, González ha detallado los pormenores de la crisis financiera que se inició en 2007 y su relación con la caída de Bankia, que en su opinión "es una historia de tiempo, no una historia de un día".

Al comienzo de la crisis mundial, en 2007, ha relatado, en España se mantuvo que el sistema financiero era "el mejor del mundo, que estaba muy bien", y se empezó a intentar arreglar con el mecanismo de los sip, que consistió en "juntar cajas buenas y cajas malas ara sacar cajas peores".

Y en el caso de Bankia, ha explicado, apareció Caja Madrid, "que empieza a quebrarse, y ya Bancaja es el final, es lo que pone a Bankia en una situación súper complicada".

La sensación que había es que "en España había un problema muy grande, y que si no se arreglaba lo de Bankia iba a arrastrar al conjunto del sistema financiero".

El expresidente del BBVA también ha criticado que el Banco de España pretendiera "ganar tiempo" al impulsar fusiones como la que dio origen al grupo BFA, con las que se pretendía "crear la sensación de que todo iba bien, y todo no iba bien".

González ha reconocido el carácter anormal de las cenas que mantuvo en la primavera de 2012 con el entonces ministro de Economía Luis de Guindos, el presidente de Bankia, Rodrigo Rato y sus homólogos en Santander, Emilio Botín, y CaixaBank, Isidro Fainé, en las que entiende que si no participó el Banco de España "fue porque no quiso afrontar el problema".

En su opinión, fue un "proceso de deterioro continuo" que "desde 2009 y 2010" manifestó personalmente en todo momento a la cúpula del Banco de España, entonces liderada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, a la que incidió en que "había que hacer algo".

Sobre el deterioro de los mercados en 2012, González ha relatado que había una "opinión general de que hacía falta capital", hecho que se discutió en las "famosas cenas que convoca el señor De Guindos", en las que se habla de que Bankia necesitaba entre 15.000 y 20.000 millones.

"La entidad natural que debe decir estas cosas es el Banco de España. Pero no estaba en esa reunión y cada uno que haga ya su juicio de valor", ha concluido el expresidente de BBVA.