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Balance

Muchas deducciones en el IRPF pero poco ahorro para la declaración final

La C.Valenciana es la autonomía que mayor número de desgravaciones ofrece en la renta pero su aplicación apenas supone una rebaja del 0,79%

Oficina de la Agencia Tributaria en el Ayuntamiento de València. m.a.montesinos

El actual sistema de financiación, que otorga a las comunidades una importante capacidad normativa sobre el tramo autonómico del IRPF, ha propiciado que los distintos ejecutivos regionales hayan desarrollado un abanico de deducciones con la supuesta finalidad de beneficiar a sus ciudadanos. Sin embargo, la realidad es que esta maraña de deducciones tiene una repercusión muy escasa en el bolsillo de los contribuyentes, ya sea por su baja cuantía o por los requisitos que exige su aplicación.

Así lo pusieron de manifiesto los responsables del Consejo General de Economistas de España en las recomendaciones que han elaborado para la presente Campaña de la Renta. Y es que, en el mejor de los casos analizados -el de Cataluña-, los beneficios fiscales autonómicos no suponen ni siquiera una rebaja del 4% en la factura global que pagan los contribuyentes, frente al impacto de más del 10% que tienen las desgravaciones estatales en la recaudación de este impuesto.

En el caso de la Comunitat Valenciana la situación es especialmente llamativa, porque se trata de la autonomía que más beneficios fiscales contempla en su legislación: hasta 28, frente a los diez que tienen los extremeños o los once de los cántabros o catalanes. Sin embargo, la repercusión es igual de escasa. Así, de acuerdo con los datos facilitados por el Consejo de Economistas, extraídos de los presupuestos del Consell, el conjunto de estas deducciones solo supondrán una reducción de 31 millones sobre el total de 3.916 millones que la Generalitat espera recibir por la parte que le corresponde del IRPF. Es decir, apenas un 0,79%.

Podría ser peor. En el caso de Andalucía, los economistas señalan que las desgravaciones autonómicas apenas representa un 0,38%. «Políticamente queda muy bien decir que tienes muchas deducciones para beneficiar a los ciudadanos, pero, si en la práctica se le dedica muy poco presupuesto, no logras nada», lamenta el presidente del Colegio de Economistas de Alicante, Francisco Menargues, que recuerda que hay beneficios fiscales, como el que se aplica por nacimiento de un hijo con discapacidad, al que solo pudieron acogerse 19 contribuyentes en 2017 y por una media de 108 euros.

Aunque es el caso más extremo, el ejemplo de Menargues resulta ilustrativo de los dos principales problemas que, a su juicio, ofrecen las deducciones autonómicas. Por un lado, los excesivos requisitos que suelen exigirse. En ocasiones, porque los niveles de renta máxima son muy bajos y, otras veces, porque resultan realmente difíciles de cumplir.

El segundo problema es la escasa cuantía del ahorro que logran los contribuyentes. Por ejemplo, hasta 57.000 residentes de la autonomía se aplicaron la deducción por nacimiento o adopción de hijos, pero apenas les supuso una media de 140 euros menos en la declaración.

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