Ascer vincula el futuro del sector cerámico a los costes energético, según se desprende de las declaraciones del presidente de la patronal azulejera, Vicente Nomdedeu, en un encuentro que ha mantenido en Madrid con los medios de comunicación nacionales para presentar los últimos datos de la industria cerámica. Según la patronal azulejera, la exportación de la industria mantiene

El presidente de Ascer destacó de manera muy especial los buenos datos procedentes de los mercados de la UE, que se mantiene como el principal destino de la cerámica española y, sorprendentemente, el Reino Unido como el mercado que más ha crecido, aunque se entiende que este aumento se debe al interés de los distribuidores a almacenar producto y que este año puede producirse una importante reducción de la demanda británica. «También Estados Unidos continúa creciendo y el aumento en estas fechas es mayor del 10 %», aseveró el presidente de Ascer, quien destacó que Tile of Spain está creciendo «más que Italia» en el mercado USA.

Las previsiones para 2019 son de «crecimiento moderado» pero que pueden verse lastradas por Oriente Próximo. De hecho, la evolución de la industria azulejera española, cuya 95 % de la producción se concentra en la provincia de Castelló, puede verse afectada por las medidas proteccionistas y los conflictos comerciales con terceros países, pero también puede afectar, y mucho, el auge de los productos sustitutivos, como los plásticos, la madera y la moqueta.

En cuanto a resultados de 2018, las ventas del sector ascendieron, según los datos facilitados por Nomdedeu, a 3.597 millones de euros, lo que implica un crecimiento del 2,9 % con respecto al año anterior. Este aumento, aunque positivo, es menor que el de años anteriores, principalmente a causa de la caída en las exportaciones. Según Nomdedeu, esta disminución de las ventas en el exterior, que alcanzaron los 2.726,8 millones de euros en el conjunto del año, se debió a la ralentización de la economía global y a las barreras proteccionistas en países del norte de África, como Argelia. El mercado nacional, sin embargo, creció más que en años anteriores, alcanzando los 870 millones de euros, un 7,5 % más que en 2017.

Factura energética

Respecto a la cuestión energética, Nomdedeu explicó que la energía supone un 13,3 % del valor de las ventas, por lo que las variaciones de precio «tienen una alta incidencia en el coste final del material» e influye de manera directa «en la competitividad del sector puesto que el 75 % de las ventas se hacen en los mercados internacionales, donde se compite con otros países productores». En este sentido, subrayó que España es el país de la UE que paga más caro el gas.

En el último año, la factura de gas natural en el sector alcanzó los 364 millones de euros, con un incremento con respecto al año anterior de un 14 %. «Parte de esa factura tiene su origen en los peajes, los costes regulados del gas, que en la actualidad superan en un 45 % la media europea», indicó el presidente de Ascer, quien matizó que a esa cifra hay que sumarle 100 millones de euros más «por la factura de electricidad».

Destacó que «es imprescindible un ajuste de la retribución al transporte y distribución del gas que implica una fuerte merma de competitividad de sectores industriales exportadores como el nuestro. Es necesario además desarrollar un estatuto de consumidores de gas intensivos que respalde a la industria española».