La decisión del gobierno de Pekín de devaluar su divisa, el yuan, en respuesta a la ofensiva comercial de Trump -que impone nuevos aranceles a los productos chinos- puede acarrear consecuencias poco favorables a los intereses comerciales de países europeos como España y, en concreto, para algunas de sus autonomías altamente dependientes del negocio en el exterior como es el caso de la Comunitat Valenciana.
La debilidad del yuan implica que las exportaciones del gigante asiático -que se elevaron a 3.183 millones de euros en la autonomía durante 2018, un 4,7 % más que un año antes- sean más competitivas en sus mercados de destino porque puede vender más barato que antes. Además, el menor valor de su divisa (cae a niveles de 2008) tendrá un efecto directo sobre las importaciones de China, que serán más caras. Esa situación pone en alerta al sector exportador de bienes y servicios de regiones como la Comunitat Valenciana, cuyos envíos ascendieron a 446,1 millones de euros en 2018 (un 16,1% menos que el ejercicio precedente), según constatan los datos de la Dirección Territorial de Comercio de València-Icex.
Además, este nuevo capítulo de la batalla comercial entre China y Estados Unidos se produce en un momento de recuperación de las exportaciones de la Comunitat Valenciana a este país del sudeste asiático. Entre enero y abril de 2019 han crecido un 15,9 % en el caso de los productos agroalimentarios, una tendencia que podría cambiar de tendencia con la citada devaluación del yuan.
Según la Conselleria de Agricultura, entre los aspectos más significativos de la evolución experimentada por los envíos agroalimentarios valencianos durante este primer tramo del ejercicio sobresale el muy apreciable aumento de las exportaciones a Estados Unidos y China, según revelan las últimas cifras de Comercio Exterior. Porcino, vino y cítricos son algunos de los productos que tienen una mejor acogida en dichos mercados. Además, las empresas del calzado y de materiales de la construcción de la C. Valenciana también exportan a China. En total, la autonomía cuenta con 2.500 firmas que exportan al citado país del sudeste asiático.
«Efectos colaterales»
En estos últimos dos días el movimiento de China ha provocado caídas generalizadas en las Bolsas mundiales, pues temen que cada vez esté más lejos un acuerdo que ponga fin al enfrentamiento entre las dos principales países del mundo. Con todo, en la economía doméstica no se tiene tanto pesimismo. Es el caso de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien ayer afirmó que la guerra comercial protagonizada por China y EE UU afecta a España aunque «menos que a otros países del entorno». En Oviedo, según informa Europa Press, Maroto comentó que el departamento que dirige está siendo «proactivo», trabajando en los espacios en los que España está representada a nivel mundial, para defender a las empresas autóctonas de los posibles «efectos colaterales de la crisis».
Mientras, la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, y la Unió de Llauradors han exigido al Gobierno central y a la Comisión Europea que actúen ante la política de exportaciones de cítricos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que cierra sus puertas por la guerra comercial con China. Ayer se estabilizó el yuan. EEUU insiste en que lo manipula, aunque abre la puerta a negociar.
