Los trabajadores jóvenes son los que menos están notando la recuperación económica. Los salarios de los valencianos menores de 25 años han caído un 21 % en la última década y los de los menores de 35 años han bajado de media un 4 %, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). A esa bajada hay que sumar el incremento del IPC entre 2008 y 2017, que ha sido del 13,6 %. La consecuencia es la pérdida de un 34 % del poder adquisitivo entre los más jóvenes y de un 17,4 % entre los menores de 35 años. Todas las franjas de edad han perdido capacidad de consumo en la última década.
Los datos del INE revelan que la reducción de los salarios es mayor en la Comunitat Valenciana que en el resto de España por la estacionalidad y los contratos parciales en profesiones vinculadas con el turismo. La bajada de los sueldos en España entre los más jóvenes es del 11,43 %, según el INE.
La caída en los ingresos se reduce conforme aumenta la edad de los cotizantes. Los jóvenes valencianos de entre 18 y 25 años cobraban de media 12.572 euros en 2008 y 9.842 euros en 2017. Los menores de 35 años percibían 17.525 euros en 2008 y 16.701 euros en 2017.
Hay que subir hasta los asalariados mayores de 35 años para encontrar una mejora con respecto a la época pasada. Limitada, eso sí. Los trabajadores valencianos de entre 35 y 44 años cobran un 1,8 % más que hace una década. En concreto, han pasado de percibir 20.810 euros de media a ganar 21.203 euros. Los asalariados de entre 45 y 54 años cobran un 4 % más que hace diez años (ahora perciben de media 23.144 euros frente a 22.224 euros en 2008) y los que tienen más de 55 años ganan un 11 % más (el sueldo medio está ahora en 25.177 euros frente a 22.591 euros en 2008).
Todos los trabajadores han sufrido los fuertes vaivenes de la economía como las subida de los impuestos (IVA e hidrocarburos) y el encarecimiento progresivo de la vivienda en propiedad o en alquiler (las rentas han subido de media un 47 % en la Comunitat Valenciana). Ninguna subida salarial ha compensado el incremento del coste de la vida en la Comunitat Valenciana. En el resto de España los precios han aumentado entre 2008 y 2017 un 14,3 %, pero la pérdida del poder adquisitivo ha sido menor porque los suelos han crecido más.
El problema de fondo es que la mejora de las condiciones laborales de los más jóvenes no acaba de coger ritmo. Pilar Mora (secretaria de formación, empleo e igualdad de UGT en el País Valenciano) subraya que «las personas más jóvenes son las que sufren una mayor precariedad laboral y encadenan contratos temporales. Los empresarios hacen muchos contratos, pero muy cortos. Esto está relacionado con la estacionalidad y también con un fraude en la contratación». Mora añadió que un segundo problema es que el 40 % de los menores de 25 años tiene un contrato parcial.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, apuntó hace un mes en el cierre del curso del Colegio Universitario de Estudios Financieros en Madrid (Cunef), que las condiciones laborales de los jóvenes españoles que han conseguido encontrar trabajo tras la crisis son más precarias que en los países de nuestro entorno. «La ratio de temporalidad de los jóvenes de entre 16 y 24 años se sitúa en el 70 % frente al 52,6 % del área euro», lamentó.
El gobernador del Banco de España subrayó que hasta la crisis «cada generación alcanzó de media unos ingresos laborales superiores a los de la previa. Además, se producía un aumento continuo del salario por hora a medida que los trabajadores acumulaban experiencia laboral. Con la crisis, el colectivo de los jóvenes menos formados fue el que sufrió una mayor caída en sus ingresos anuales totales» y los salarios han bajado, entre otros motivos, por la alta tasa de temporalidad.
