El expresidente de Bankia Rodrigo Rato dijo ayer en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que los administradores de la entidad sólo buscaron el interés de sus accionistas, respaldados en todo momento por los organismo supervisores y reguladores. Rato, que fue el único acusado que hizo uso de su derecho a la última palabra y para el que la Fiscalía Anticorrupción pide ocho años y medio de cárcel por estafa a los inversores y falsedad contable, defendió la profesionalidad de los gestores de BFA-Bankia, «los mejores del mercado asesorados, además, por las mejores firmas».

Respecto del agujero que afloró en las cuentas de 2011 y su posterior reformulación por parte del equipo de José Ignacio Goirigolzarri, insistió en que lo relevante fue el impacto de la segunda crisis financiera ya en 2012, hasta el punto de que hoy Bankia «vale mucho menos de lo que valía cuando salió a Bolsa». Todas las decisiones, explicó, fueron contrastadas con las opiniones de los organismos reguladores y supervisores, y se tomaron en consonancia con sus criterios.

Tras su declaración, la Audiencia Nacional dejó visto para sentencia el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, que ha durado cerca de diez meses.