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Aerolínea

Air Nostrum sella la paz con sus pilotos tras las dos huelgas del último año

Empresa y sindicatos alcanzan un preacuerdo de convenio colectivo que deberá someterse a la ratificación de las asambleas de Sepla y Uppa

Aviones de Air Nostrum en el aeropuerto de València. efe/miguel ángel polo

La dirección de Air Nostrum y los representantes de los sindicatos Sepla (mayoritario) y Uppa han alcanzado un preacuerdo para cerrar un nuevo convenio colectivo para los próximos años. Este entendimiento, tras semanas de negociaciones y que aún debe ser formalizado y aprobado por las asambleas de pilotos de las dos organizaciones sindicales, puede poner fin a una tensión entre la aerolínea y su colectivo de pilotos que se alarga ya dos años y que ha dejado la primera huelga en la historia de la compañía en sus 25 años. Todo ello en un momento especialmente sensible, en medio de las negociaciones con la irlandesa City Jet para crear la mayor aerolínea regional independiente de Europa.

En concreto, entre los meses de noviembre de 2018 y abril (Semana Santa) de este 2019 la compañía que preside Carlos Bertomeu tuvo que dejar parte de sus aviones en tierra fruto de las dos huelgas.

El conflicto laboral venía de lejos. A principios de 2018, los pilotos ya habían tumbado medidas de flexibilidad que empresa y comité habían pactado para alargar los destacamentos en Europa más allá de los días que fija el convenio.

Otra batalla de los pilotos era acabar con la figura de días «forzosos», que son jornadas libres que la empresa se reserva el derecho a comprar a sus pilotos para atender picos de demanda. En el actual convenio son cuatro, pero Sepla pretendía eliminar esta posibilidad.

Externalización de actividad

La negociación del convenio colectivo, encallada desde hace tiempo y prorrogado desde el 1 de enero de 2018, se había solapado con otro conflicto, en el que los representantes de los trabajadores temían que la empresa estuviera «vaciando» el negocio tradicional de Air Nostrum por la vía de externalizar vuelos a otras empresas del grupo o terceras. Ese fue el motivo oficialmente esgrimido para las huelgas. Finalmente en mayo pasado se firmó un documento que limita al 20% el porcentaje de vuelos de Air Nostrum para Iberia que pueden externalizarse.

La plantilla, como contrapartida, se comprometía a renunciar a realizar nueva protestas hasta abril de 2020, ni por esta externalización de actividad ni por la negociación del convenio, que ha tenido una larguísima gestación.

En este periodo de calma, las negociaciones parecen haber llegado a buen puerto, incorporando además algunas reivindicaciones sindicales. Según el comunicado que han enviado Sepla y Uppa a los pilotos, «tras tres semanas de intenso trabajo» se ha llegado a un «preacuerdo con la empresa», que incluye, entre otros puntos, la regulación de la movilidad geográfica nacional e internacional; los días libres de obligada asignación por la empresa; la eliminación de cesión forzosa de días libres o la recuperación salarial, aunque no han trascendido todos los detalles.

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