La ministra de Industria, Reyes Maroto, acaba de declarar el estado de economía de guerra. La intención del Gobierno es poner a todas las empresas disponibles a trabajar en aquello que hoy es esencial para el país. Y en este contexto, una pequeña pyme valenciana ocupa un lugar esencial de la estrategia: se llama Temel y es el único, o casi el único, especializado en la producción de respiradores, esos sistemas sanitarios vitales para mantener con vida a los miles de pacientes que necesitan cuidados intensivos afectados por el coronavirus.
El Ministerio de Industria y de Sanidad ya se han puesto en contacto con esta empresa dedicada a la investigación sobre sistemas de ventilación artificial, para conocer su capacidad, disposición y ofrecer todo lo necesario para iniciar una producción a gran escala, confirman desde la firma, que está a la espera de indicaciones de Madrid para ponerse en marcha.
Según explica Ramón Salvador, director comercial de esta firma, Temel SA es la única que fabrica a nivel nacional este tipo de producto. «Por lo que estamos viendo, en esta crisis lo que está entrando en España es equipamiento más barato. Nosotros nos hemos dedicado tradicionalmente a la gama media alta de calidad por nivel de tecnología», apunta el directivo en conversación telefónica con Levante-EMV.
Esta pequeña compañía, con una plantilla de unas 15 personas, se dedica básicamente a la investigación y el diseño de equipos, con la producción subcontratada. «Tenemos I+D propio en la empresa, y aprovechamos el tejido industrial español para hacer las piezas bajo indicaciones. Hacemos especificaciones y tenemos cantidad de talleres que trabajan para nosotros», añade Salvador, que insiste en que la producción de sus equipos es 100% nacional. Con las piezas de regreso, ellos ensamblan y comercializan los equipos.
En el contexto actual, empresas como Temel y otras (la ministra Maroto señaló a otro fabricante, la madrileña Hersill) se ven desbordados ante una demanda nunca vista. La empresa valenciana, fundada en 1975 y que tiene al frente a Abel Galván como gerente y director de I+D, estaría comercializando unos cien respiradores al año en ejercicios sin grandes proyectos. Una producción baja, apuntan desde la empresa, ajustada a la demanda. Trabajan por encargo, principalmente para proyectos hospitalarios nuevos, públicos o clínicas privadas, y por lo general en España. Hoy, la necesidad de respiradores es descomunal. Se están buscando a cientos en todos los mercados.
Los problemas a los que se enfrenta la administración para encontrar este tipo de sistemas sanitarios, de alto componente tecnológico, está llevando a muchas empresas a tratar de aportar alternativas. Una de ellas es la castellonense Graphenglass, que ha creado un dispositivo para duplicar la función de los respiradores, con un aparato que da servicio a dos personas a la vez, tal como publicó este diario.
Desde el pasado viernes están produciendo 80 unidades diarias, y su capacidad podría alcanzar las 320 diarias. Éstas empezarán a repartirse por los distintos centros hospitalarios en cuanto reciban los permisos oportunos, señalan, tras haber ofrecido su producción a la Generalitat. La innovación ya habría obtenido la validación del Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM).
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