Mientras las bolsas de empleo de las administraciones públicas y de las organizaciones agrarias se llenan de demandantes de ocupación en el campo, sobre todo parados del ámbito de la hostelería y del comercio en este arranque de campaña de fruta de verano, las cifras oficiales de cotizantes extranjeros a la Seguridad Social continúan dando la espalda a la Comunitat Valenciana.
Los datos de afiliaciones a este organismo estatal, al concluir el pasado mes de marzo, revelan que el campo valenciano pierde 6.641 extranjeros (un 2,9 % respecto al mes anterior), con lo que la cifra global de cotizantes disminuye hasta los 222.313 personas de fuera de España. La valenciana, a diferencia de otras autonomías con importante peso del sector agroalimentario como Andalucía y Murcia, que ganan afiliados extranjeros, es la tercera que más empleo foráneo recorta tras Madrid y Cataluña. Estas últimas regiones tienen menor actividad agraria. En el conjunto de España la Seguridad Social perdió 174.877 afiliados extranjeros entre el 12 y el 31 de marzo como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, hasta situarse el total de inscritos en el sistema en 1.966.392 cotizantes al finalizar el tercer mes del año, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Los afiliados extranjeros residentes en la Comunitat representan alrededor de un 10% de los inscritos totales en la Seguridad Social en toda España y seis de cada diez proceden de países de fuera de la Unión Europea.
Procedencias
Las actividades agrarias, a tenor de los datos de la Seguridad Social, cuentan con un nivel de cotizantes a la Seguridad Social (14 %) semejante al de los motores de la economía, al menos hasta ahora, como la hostelería (18,9 %) y comercio (14%) y, en menor medida, la construcción (7,96 %), sectores que también acaparan gran parte de las ocupaciones controladas por el Ministerio de Trabajo en la Comunitat Valenciana.
Por países, el que más inmigrantes aporta a la Comunitat Valenciana es Rumania (con 44.908 cotizantes a la Seguridad Social) y el segundo es Marruecos (21.530). A continuación le siguen Italia (13.113) y Bulgaria (10.440). De China hay 8.458 personas.
Ante la campaña de recolección de fruta de verano el Gobierno central autorizó a mediados de este mes que los parados puedan trabajar en zonas cercanas a sus domicilios y cobrar, a la vez, su subsidio de desempleo. Esta medida ha sido bien recibida en el campo en líneas generales ante la falta de mano de obra extranjera por el cierre de fronteras, debido a la propagación del coronavirus.
Parados y fijos discontinuos
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) suma hasta esta semana 88.494 solicitudes de personas que se ofrecen para trabajar en campañas agrícolas tras la carencia de mano de obra en el campo por las medidas adoptadas a causa de la crisis del covid-19. El 8,33% de los casos procedente de la provincia de Alicante y el 7,44%, de la de València.
Mientras tanto, la Conselleria de Economía aprobó ayer una instrucción para que las empresas incluyan también a las personas trabajadoras fijas discontinuas en los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) previstos en el Real decreto ley de medidas urgentes. Fuentes de Cooperatives Agro-alimentàries aseguraron ayer a este diario que aunque el peso de los fijos-discontinuos es elevado en este sector las cooperativas siguen contratando a empleados dada la marcha de la campaña citrícola y de fruta de hueso.
