El fondo estadounidense Castlelake, accionista mayoritario de la inmobiliaria Aedas Homes, ha invertido más de treinta millones de euros en la bolsa de suelo de 1.000 viviendas que vendió la promotora valenciana Ática. Castlelake, Metrovacesa y Ática (que conserva solares para 389 pisos) han pisado el acelerador en el nuevo barrio Molí d’Animeta de Quart de Poblet, que es el último gran PAI virgen en el área metropolitana de València. En el PAI hay previstos 16 edificios con 2.300 viviendas. Ática va a iniciar en febrero la construcción del primer edificio con una inversión de 14 millones de euros.

El PAI Molí d’Animeta tiene 279.000 metros cuadrados y es más grande que el de Quatre Carreres y similar al de Malilla frente a La Fe. El desarrollo supone la salida al mercado de una gran bolsa de suelo comunicada por dos paradas de metro y a menos de cinco minutos en coche de la ciudad de València. La promotora Ática es el agente urbanizador del proyecto. Las obras de urbanización está previsto que terminen después del verano, pero de forma paralela se van a empezar a levantar los primeros edificios. Fuentes cercanas al proyecto explicaron ayer que el PAI ya está urbanizado al 55 %. Los edificios serán de entre ocho y once alturas y se encontrarán rodeados por 150.000 metros cuadrados de zonas verdes que incluyen un parque de un kilómetro de longitud y una zona que va a respetar la estructura de la huerta tradicional valenciana y para la que se busca una cooperativa que la gestione de forma sostenible.

La urbanización incluye los últimos avances en tecnología de smart cities (ciudades inteligentes) con alumbrado domotizado, conteo continuo de los vehículos a través de cámaras de seguridad, una decena de puntos de recarga en la calle para coches eléctricos y contenedores soterrados con puntos de recogida selectiva de basura.

Los propietarios de las parcelas son Castlelake (que ha comprado los solares a poco más de trescientos euros el metro cuadrado), Ática, Metrovacesa (una bolsa de 300 viviendas), la familia Gómez Trenor (terrenos para 150 pisos) y el Ayuntamiento de Quart de Poblet (suelo para 400 inmuebles). El proceso de reparcelación afectó a 126 propietarios, que se integraron en la agrupación de interés urbanístico junto al urbanizador Actividades Industriales de Quart S.A. (que es una empresa del grupo Ática). La compañía que dirige Vicente Llácer ya ha participado en el desarrollo de bolsas de suelo en los barrios valencianos de Benicalap, Orriols y Sant Pau.

El PAI, que comenzó a gestarse en 1998 y que quedó bloqueado tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, estará completamente edificado en un plazo de entre cinco y siete años. El plan contempla que la mitad de las 2.300 viviendas proyectadas sean de protección oficial. El proyecto incluye 1.357 plazas de aparcamiento en la vía pública y los edificios contarán con 2.563 plazas más. La urbanización del PAI se la adjudicó la empresa alicantina Hormigones Martínez por 22 millones de euros.

Más de 7.000 vecinos

Quart de Poblet tiene 25.000 habitantes. La previsión conservadora es que el nuevo barrio acoja a más de 7.000 vecinos. El PAI está situado junto a un centro de salud, la biblioteca municipal, dos colegios, un complejo deportivo con pista de atletismo, una escuela de música, una escuela oficial de idiomas y las paradas de metro de Quart de Poblet y Faitanar (que están situadas en los dos extremos del PAI y tienen la línea de tren soterrada).

Pisos desde 119.000 euros con dos habitaciones y piscina

Ática está comercializando los pisos del primer edificio del PAI de Molí d’Animeta desde 119.000 euros las viviendas con dos habitaciones y con una plaza de garaje y trastero incluidos. Los pisos de tres dormitorios cuestan 143.000 euros. El edificio, de once alturas, tiene piscina y es de protección oficial. Este tipo de vivienda de protección oficial es un 30 % más barata que la que se está vendiendo en València y cuenta con la ventaja de que se encuentra bien comunicada con el metro.