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Asia-Pacífico, un acuerdo comercial muy lejano para la C. Valenciana

El pacto entre China y sus socios geográficos tiene poca incidencia en las exportaciones

Los cerámicos son los productos valencianos más vendidos en el área de Asia-Pacífico. | LEVANTE-EMV

El mundo se va conformando en bloques comerciales. El último hito ha sido la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el mayor tratado de libre comercio del globo. Está capitaneado por China e incluye a Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda y los diez países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), entre los cuales se encuentran Vietnam, Filipinas o Indonesia. El acuerdo cubre un mercado de unos 2.300 millones de personas.

¿Qué consecuencias tiene dicho tratado para la economía valenciana? Pues parece que pocas, tal como coinciden el presidente de la Cámara de Comercio de València, José Vicente Morata, y el director del Instituto de Economía Internacional de la Universitat de València, Vicente Pallardó. Aunque el primero observa oportunidades. Cuenta Pallardó que el valor estratégico de dicho acuerdo se encuentra en cuestiones geopolíticas y recuerda al respecto cómo al poco de llegar a la presidencia Donald Trump decidió sacar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), impulsado por su antecesor Barack Obama para que el gigante americano no perdiera comba en Asia-Pacífico, la zona clave del siglo XXI. El nuevo acuerdo está liderado por China, que no estaba en el TPP, e incluye a algunos aliados de EE UU como Japón, Corea del Sur o Australia. Pallardó no duda de que se trata de «un acuerdo del siglo XX, poco ambicioso a nivel económico», como se ha puesto de manifiesto por la rapidez con que se ha aprobado y firmado.

El economista apunta que, en el ámbito económico, el pacto se basa en el recorte de aranceles en las manufacturas, pero incluye «poco de agricultura, de servicios, de protección de datos o de propiedad intelectual, que es donde se discute en este tipo de acuerdos hoy en día». En consecuencia, Pallardó no ve «incidencia para la economía valenciana. Si había alguna posibilidad de que se relocalizaran las cadenas de valor y que alguna empresa que trasladó su producción a China, por ejemplo, volviera, la bajada de aranceles citada lo que va a propiciar es que la relocalización desde China se efectúe pero a países próximos a ella como Vietnam».

Ventas a la zona

El director del Instituto de Economía Internacional expone que «lo que vendemos a esa zona es poco y se basa en la peculiaridad de un producto y la capacidad de penetración de una empresa y eso no cambiará. La reducción de aranceles en las manufacturas no nos afecta porque el calzado barato no lo vendes ya allí y el de calidad lo venderás igual». En efecto, la Comunitat Valenciana vendió en el mercado de Asia-Pacífico por valor de 706 millones de euros hasta septiembre de este año, frente a los 1.235 de todo 2019, un año libre de los efectos pavorosos de la covid. Sin embargo, las compras son seis veces mayores. En concreto, de 3.960 millones hasta septiembre. Los productos cerámicos y los coloranes y esmaltes para esa industria acapararon 222 millones del total de las ventas valencianas a aquella zona, seguidos por el calzado, con 106. El primer lugar de las compras, superior a todo lo que vende la autonomía, lo ocupan los vehículos, con 730 millones, seguidos por aparatos y material eléctrico, con 693, y el calzado, con 644, según los datos facilitados por la Cámara de València.

Su presidente considera que el citado acuerdo puede conllevar una oportunidad para «nuestros productos por la capacidad de compra de ese grupo de países, aunque también debe ser motivo de preocupación la posibilidad de perder competitividad si no somos rápidos a la hora de estar presentes en aquel mercado, que es el del futuro».

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