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Los azulejeros valencianos pagan el precio del gas más caro de toda Europa

El coste se ha situado en máximos tras la última ola de frío, el escaso almacenamiento del combustible en España y el desabastecimiento "sin precedentes" provocado por el desvío de producción estadounidense y argelina al mercado asiático

El presidente de la patronal azulejera, Vicente Nomdedeu, entre dos hornos de cocción. | GERMÁN CABALLERO

Los azulejeros valencianos están pagando el precio del gas más caro de Europa. El coste del combustible se ha situado en máximos tras la última ola de frío, el escaso almacenamiento en España y el desabastecimiento provocado por el desvío de producción estadounidense y argelina al mercado asiático. El precio del gas industrial ya subió un 20 % en diciembre. A mediados de enero, España consolidó el precio del gas natural más costoso del continente al alcanzar los 31,83 euros el megavatio hora (MWh) frente a los 27 euros de Italia (competidor directo de los azulejeros de Castelló) o los 25 euros del Reino Unido. El importe del combustible supone el 13,3 % de la factura de los fabricantes de cerámica.

El 75 % de la producción cerámica española se exporta por lo que pagar un precio más alto que otros productores lastra la competitividad de las firmas valencianas. Una de las claves del sobreprecio es que la industria azulejera española soporta unos peajes más caros que el resto de Europa, Durante la última década, «las continuas subidas de los peajes al sector industrial han generado una merma en la competitividad», lamenta la patronal azulejera.

El invierno ha multiplicado el coste del gas. El precio cayó a mínimos de 2005 durante los primeros meses de la pandemia por la sobreoferta que había en ese momento y la bajada de la demanda. Entre mayo y julio se pagaba a 5 euros el MWh, en agosto subió a 7,23 euros, en septiembre se situó en 10,78 euros y este mes ha superado los 30 euros.

El coste del gas se desplomó hace unos meses porque Estados Unidos inundó el mercado europeo con sus excedentes de producción obtenidos gracias a las técnicas del fracking (extracción por fractura hidráulica). El exceso de oferta llegó a tal punto que incluso había barcos que no podían descargar. Ahora la situación es diametralmente opuesta.

Según insiste la consultora energética ASE, «solo nueve meses después de marcar mínimos históricos, los precios del gas se han situado en máximos también históricos. El índice de gas JKM asiático se ha elevado un 300 %, el precio de referencia en Europa (TTH) ha subido un 80 % y el español (Mibgas) es un 150 % más caro. Asia ha sufrido en enero la ola de frío más extrema en 60 años. Su demanda energética se elevó bruscamente y provocó un desabastecimiento sin precedentes. Los cargamentos de gas natural licuado (GNL) procedentes de Estados Unidos se han desviado a Asia por los altos precios que se pagan, lo que ha reducido la oferta en España y tensionado su precio».

Además, como las previsiones de demanda para este invierno eran bajas, muchas plataformas de Estados Unidos, Malasia, Qatar, Australia e Indonesia han aprovechado para llevar a cabo labores de mantenimiento y de reducción de producción. Los retrasos significativos para los transportistas de GNL que transitan por el Canal de Panamá y la falta de buques ha terminado por elevar los costes de transporte y el precio final del gas.

Exposición

Los azulejeros (que confían en el desarrollo del hidrógeno verde como alternativa a largo plazo al gas) están más expuestos que sus competidores europeos a los vaivenes del precio. Los analistas de ASE explican que España ha experimentado una mayor subida del precio que el resto de Europa porque hay una «menor cantidad de gas almacenado» y el país «depende más del aprovisionamiento por barco. Además, Argelia suministró menos gas del esperado al derivar parte a cargar barcos con destino a Asia».

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