El sector agrario recibió ayer como un maná del cielo el acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos para paralizar durante cinco años los impuestos a las exportaciones de varios productos, entre los cuales se encontraban algunos tan emblemáticos del campo valenciano como los cítricos, el vino o el aceite, que sufrían una tasa adicional del 25 % para entrar en el mercado del gigante americano.

La organización agraria COAG manifestó que la decisión «salva» más de 2.000 millones de euros anuales para las exportaciones agroalimentarias españolas, el equivalente a los envíos anuales a ese destino, el «más importante» para el sector fuera de Europa. Con el fin de los aranceles, enmarcados en el litigio entre la UE y EE UU por las ayudas a las aeronáuticas Boeing-Airbus, se acaba «con un injusto castigo para el sector agroalimentario español, totalmente ajeno a la guerra comercial aeronáutica», según dijo ayer la organización agraria en un comunicado.

El director general de la patronal de la industria alimentaria, Mauricio García de Quevedo, destacó que se abre ahora una nueva oportunidad para que España fortalezca su posición en este mercado y recupere su presencia.

Cooperativas Agro-alimentarias de España celebró la decisión, que afectaba también a productos como las aceitunas, los quesos o el porcino, y afirmó en un comunicado que «los esfuerzos realizados por el sector español y su liderazgo en uno de los principales mercados se han visto seriamente comprometidos durante estos años debido al mayor protagonismo que han alcanzado en el mercado estadounidense otros Estados miembros y terceros países competidores».

El presidente de la organización agraria Asaja -a la que pertenece la valenciana AVA-, Pedro Barato, declaró que la mencionada es «una decisión muy positiva» para las exportaciones españolas agroalimentarias al mercado estadounidense.