El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dio ayer un claro respaldo al consumo de carne y, con ello, a la postura que defiende el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, frente a la del ministro de Consumo, Alberto Garzón, que recomendó reducir el consumo de carne. «Sobre esta polémica, lo diré en términos muy personales: A mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible», afirmó el jefe del Ejecutivo al ser preguntado al respecto durante la rueda de prensa que ofreció en Lituania.

Sánchez no quiso explayarse más en su respuesta sobre esta polémica, aunque sí dejó claro su apoyo, en este caso, al ministro Planas, en la polémica que se generó tras lanzar el pasado miércoles el Ministerio de Garzón una campaña a favor de la reducción en el consumo de carne, con el lema 'Menos carne, más vida'. Tras el lanzamiento de la misma, en la que Garzón se implicó personalmente con varios mensajes en las redes sociales, el ministro Planas afirmó ayer que es «tan errónea como la del azúcar mata», en referencia a otra polémica anterior entre los ministros. También rebatió, en contra de lo afirmado por el asimismo líder de Izquierda Unida, que su departamento tuviera conocimiento de esta promoción.

Planas comentó que la petición de Garzón de no consumir tanta carne constituye una «campaña desafortunada» y puso en valor el trabajo del sector para mitigar las emisiones y luchar contra el cambio climático. Según Planas, la ganadería es «clave» en el conjunto del sector agroalimentario para la provisión de alimentos «sanos» y por la «creación de riqueza, empleo así como por sus efectos sociales y territoriales», afirmó.

El ministro Garzón afirmó ayer que no esperaba la respuesta del presidente del Gobierno y añadió que «las posiciones están claras y solo con haber contribuido a que la ciudadanía sepa exactamente los riesgos para su salud, estaremos salvando miles de vidas y yo me siento satisfecho,».

Críticas desde todas partes

La Unió de Llauradors también mostró ayer su «descontento y enfado» contra el ministro Garzón por la campaña de desprestigio que «intenta propulsar contra el sector ganadero usando datos manipulados, parciales, poco rigurosos y encima clasistas». La Unió criticó que, «además del desconocimiento que sus palabras manifiestan, llegue a comparar el consumo de carne con las muertes provocadas por el alcohol, el tabaco y las drogas, obviando datos que están en el propio ministerio de Agricultura y que ponen a España como referente en una dieta saludable donde se contempla también la proteína y la carne, como sucede con los deportistas».

Las patronales cárnicas se pusieron en pie de guerra contra el ministro de Consumo. Asici, Avianza, Intercun, Interovic, Interporc y Provacuno acusaron a Garzón de «difamar» al sector y aseguraron que su campaña se basa en afirmaciones «erróneas o desenfocadas» que buscan crear una «confrontación artificial» con una actividad que genera 2,5 millones de empleos en España y casi 9.000 millones de euros en exportaciones.

Las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla y León y Castilla-La Mancha, esta última socialista, se posicionaron en contra de las declaraciones del ministro de Consumo.

Mientras, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, arremetió contra el «intervencionismo» del Gobierno y pidió a Sánchez el cese de Garzón tras desautorizarle.

La agroalimentación aporta el 9,7 % del PIB de España

El sector agroalimentario en España, incluyendo la distribución, aportó en 2020 casi 100.000 millones de euros a la economía española, el 9,7% del valor añadido bruto, y generó 2.270.000 empleos, el 11,7% del total nacional, según un informe elaborado por Cajamar con la colaboración del Ivie valenciano. España es uno de los países más afectados por la crisis de la covid-19, con una caída del PIB y el empleo del 10,8% y el 5,2%, respectivamente. Aunque el sector agroalimentario sufrió las consecuencias de la crisis, el descenso registrado en valor añadido y empleo fue menor.