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Las startups valencianas ofrecen hasta 125.000 euros a jóvenes de 25 años por la falta de ingenieros

Las empresas emergentes tienen dificultades para captar desarrolladores y los sueldos se disparan por la entrada de grandes inversores

Los fundadores de la startup valenciana Streamloots en la sede de Draper en Silicon Valley.

Las startups valencianas pagan hasta 125.000 euros a ingenieros de 25 años ante la escasez de trabajadores con experiencia en el mercado. Las empresas emergentes tienen muchas dificultades para encontrar desarrolladores y los sueldos se disparan por la entrada de grandes inversores. Los empresarios confían en que la nueva ley de startups facilite la captación de talento, aunque los directivos reconocen que es complicado.

Enrique Penichet, CEO de la gestora de inversión Draper B1, insiste en que faltan perfiles tecnológicos. Las startups que están en fase de crecimiento «buscan gente con dos o tres años de experiencia y no hay en València. Necesitan a alguien que haya trabajado en San Francisco (Silicon Valley) y eso es muy difícil de conseguir. Es un problema serio porque se ralentiza la velocidad de crecimiento. Al final tienen que aceptar opciones como que el desarrollador trabaje en remoto», apunta Penichet.

Alberto Martínez, cofundador y CEO de la startup valenciana Streamloots, incide en que el problema es que hay mucha competencia por los ingenieros y desarrolladores. «Las grandes empresas tienen mucho dinero y se los llevan. Son tecnológicas europeas que cuentan con el respaldo de fondos de inversión estadounidenses y pueden pagar salarios muy altos», advierte Martínez. Esto está provocando que haya mucha rotación en estos puestos. «Las plazas mas difíciles de cubrir son los técnicos con capacidad de liderazgo o de gestión de equipos», apunta el cofundador de Streamloots.

Al margen de la competencia, las startups necesitan a profesionales que tengan el foco puesto en el cliente final y «es complicado». «A los programadores les gusta programar, pero nosotros necesitamos gente que además piense en el producto», señala Martínez. «Un segundo problema es que nosotros buscamos un ritmo de trabajo muy fuerte y los desarrolladores son como artistas. No es una cuestión de horas porque trabajamos cuarenta horas a la semana, pero hay desarrolladores que no quieren sentirse rehenes del trabajo. Hay profesionales que directamente rechazan trabajar con nosotros durante la entrevista», lamenta. Este tipo de empresas, además, necesitan muchos ingenieros. En el caso de Streamloots son el 65 % de la plantilla y se llevan el 80 % de los salarios.

La pandemia también ha complicado la situación porque se ha extendido el teletrabajo y empresas estadounidense están fichando profesionales españoles. Nacho Mas, CEO de Startups Valencia (colectivo que representa al sector), reconoce que la falta de profesionales es un problema importante para el crecimiento rápido de las startups. «Hay desarrolladores, pero carecen de experiencia para la fase de escalado», asegura. Mas confía en que la futura ley de startups (que incluye las demandas del sector) ayude a paliar la situación gracias a figuras como la retribución en acciones (stock options).

Jorge Soriano, CEO y fundador de Criptan, reconoce que es complicado competir con empresas estadounidenses que «ofrecen salarios de 250.000 para trabajar en remoto desde València». La mayoría de los trabajadores de Criptan (firma de criptomonedas que acaba de cerrar una ronda de 3,5 millones en la que ha entrado Juan Roig) trabaja a distancia. «Tenemos a trabajadores en Asia, Reino Unido o Suiza», precisa el fundador. Soriano incide en que es importante conseguir ingenieros con experiencia porque después lo tienen en cuenta los inversores y la financiación es esencial para el crecimiento rápido de las startups. La compañía valenciana, que trabaja en su despliegue en México, ha pasado de 5 a 45 trabajadores en un año.

«Los inversores analizamos mucho los equipos»

Las startups en fase de crecimiento exponencial necesitan mucha financiación y están dispuestas a destinar una parte importante de sus recursos en el equipo para captar la atención de los inversores por eso el escenario ideal es tener un desarrollador con éxito en Silicon Valley. José Peris Ombuena, director general de Angels (brazo inversor de Juan Roig), confirma la importancia de los equipos. «Los inversores analizamos mucho los equipos. Es muy importante que los ingenieros tengan capacidad de liderazgo y estén implicados con la empresa. Buscamos estabilidad», subraya. Peris explica que la falta de ingenieros es un problema recurrente. «En Marina de Empresas vemos casos de startups que desgraciadamente cierran y los técnicos se recolocan enseguida. En València tenemos buenos desarrolladores, pero faltan perfiles con experiencia», añade.

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