La gigafactoría de baterías de Volkswagen y la industria auxiliar necesitan los 5,6 millones de metros cuadrados de la ampliación de Parc Sagunt II, según informaron a Levante-EMV fuentes del sector de la automoción. El megaproyecto de la multinacional alemana y las empresas proveedoras van a consumir de golpe todos los terrenos expropiados por la Generalitat y «conllevará» nuevas ampliaciones del polígono en el futuro. Una de las claves de la elección de Sagunt (que tiene que ser ratificada) es el alto nivel industrial de la zona, ya que cerca operan la empresa química japonesa UBE (que ya se integró en el proyecto de gigafactoría liderado por Power Electronics), las firmas especializadas en almacenamiento energético Ampere Energy (con sede en Puçol) y Endurance Motive (ubicada en Canet d’En Berenguer) y la compañía de componentes electrónicos Schneider Electric.
La gigafactoría de baterías va ligada a una potente industria auxiliar con un gran impacto en el empleo. El proyecto de gigafactoría de Power Electronics implicaba la creación de 30.000 puestos de trabajo, según un estudio de la consultora McKinsey.
Fuentes del sector explicaron que el proyecto de Sagunt va a llevar aparejado empresas del ciclo integral de agua, del reciclaje y de suministro de componentes electrónicos.
Iberdrola se ha implicado en el consorcio que lidera Volkswagen para la construcción de la gigafactoría. El acuerdo contempla el suministro de energía renovable a las instalaciones del grupo Volkswagen y la colaboración en el desarrollo de la infraestructura de recarga.
Una de las mayores incógnitas que quedan por desvelar es el socio tecnológico que se hará cargo de la fabricación de las celdas de las baterías (lo que comúnmente se conoce como pilas y que son la parte principal). El sector da por hecho que será uno de los proveedores actuales del consorcio alemán, entre los que se encuentran la surcoreana LG Clean y la francesa Schneider Electrics (que tiene planta en Meliana, a veinte kilómetros de Sagunt).
La gigafactoría implica una inversión de 2.000 millones de euros y producirá las celdas de baterías para los automóviles de las fábricas de Seat en Martorell y Landaben (Navarra) y puede suponer un revulsivo para la electrificación de la planta de Ford en Almussafes.
