A partir del próximo mes de octubre, el conocido como Decreto Ábalos -sacado adelante en septiembre de 2018- prevé cambiar el ecosistema de la movilidad urbana en España. Las empresas de vehículo de turismo con conductor (VTC) deberán dejar de operar en aquellos territorios que no hayan establecido una regulación autonómica que permita mantener la convivencia de este servicio con el de los taxis. La Comunitat Valenciana, a diferencia de Madrid -que ha permitido que las VTC puedan seguir operando como hasta ahora- o Cataluña -que acabará con dos de cada tres licencias y endurecerá los requisitos para obtenerlas-, se encuentra en esta situación de falta de normativa, una realidad que ha provocado que desde el colectivo se exija a la Generalitat una regulación en las próximas semanas.
Casi tres de cada cuatro entrevistados que respondieron a la encuesta se mostraron a favor de fijar una normativa valenciana para las VTC
Como explica a este diario Javier Dorado, director de Asuntos Públicos y Relaciones Institucionales de Cabify, "queremos que en la Comunitat, así como en otras partes de España, las VTC puedan operar", porque el servicio en el territorio valenciano "ha tenido siempre una gran acogida" y cuenta con el respaldo de la ciudadanía. En concreto, como apoyo a sus reivindicaciones y además de la petición regulatoria de los principales sindicatos y las plataformas del sector, la plataforma de multimovilidad dio a conocer ayer una encuesta -realizada entre el 13 y el 17 de junio a 750 personas en València y Alicante y sus respectivas áreas metropolitanas- en la que se recoge que casi tres de cada cuatro entrevistados que respondieron a la encuesta se mostraron a favor de fijar una normativa valenciana (un 74 %) para las VTC.
Ante este respaldo ciudadano y para mantener este servicio junto al de los taxis, Dorado remarcó que el Consell tiene que "o bien llevar a cabo una regulación que lo permita o bien pedir al Gobierno central que desarrolle una moratoria para que el periodo transitorio -vigente hasta ese mes de octubre- pueda extenderse más". En este escenario, la Comisión Europea ya estableció el pasado febrero unas directrices "sobre cómo regular este sector de una manera homogénea acorde con la libertad de empresa, la libre competencia, etcétera", añadió el dirigente.
Las consecuencias de la covid
En esta línea, el representante de Cabify remarcó que "como en estos últimos cuatros años no se pudo operar con normalidad" a causa de las consecuencias de la pandemia de la covid-19 está "justificado que como pasa en otro tipo de concesiones se permita seguir operando en las condiciones que marca ese periodo transitorio". Por ello, las patronales han reclamado que la prórroga de la concesión se alargue dos años más.
"A día de hoy desconocemos los planes regulatorios de la Generalitat", enfatizó Dorado, quien aseguró que confía "en que no se deje morir un sector con todas las inversiones que hay pendientes y con todos los puestos que genera". No en vano estas licencias en la Comunitat Valenciana se elevan a 850, mientras que los puestos de trabajo entre directos e indirectos dentro de la autonomía ascienden a más de 2.000. Además, el sector genera solo en el territorio valenciano más de 160 millones de euros anuales en ingresos.
El uso de ambos servicios
Más allá de las reivindicaciones, la encuesta revela algunos datos como que un 78 % de los encuestados quiere encontrar en una misma aplicación tanto el servicio de VTC como de taxi. Además, la VTC es la opción preferencial entre los menores de 30 años, triplicando al taxi, y situándose cerca de este en el resto de franjas de edad. Entre los motivos para su elección destaca especialmente el precio cerrado (63 %) y la comodidad de la app (41,9 %).
