Heineken València presenta sus objetivos sostenibles 2025 para ser «decididamente verdes»

La fábrica de Quart de Poblet anuncia la construcción de una planta termosolar, con una superficie de 6.000 m2, con el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas

Heineken presenta sus objetivos sostenibles para el 2'25 en el espacio 'Horeka Experience' de Quart de Poblet.

Heineken presenta sus objetivos sostenibles para el 2'25 en el espacio 'Horeka Experience' de Quart de Poblet. / Fernando Bustamante

Lluís Pérez

Lluís Pérez

Heineken España tiene un objetivo para el año 2025: ser «decididamente verdes». Se trata no de un eslogan, no de una moda, ni de algo pasajero; sino que es una frase que define el espíritu de corresponsabilidad y compromiso de la compañía para contribuir a construir un mundo mejor.

Con esta filosofía, la fábrica de Heineken en Quart de Poblet anunció su proyecto estrella: la construcción de una planta termosolar, con la que da un paso adelante en su camino hacia las 0 emisiones previstas para 2025 y que se convierte en la punta de lanza de todos su proyectos para alcanzar sus objetivos verdes; una meta que la compañía espera alcanzar, en sus cuatro fábricas en España, cinco años antes de la fecha marcada por la compañía a nivel global.

El anuncio de los objetivos, así como el de la construcción de su nueva instalación de energía sostenible, tuvo lugar el pasado miércoles, en un acto celebrado en el espacio ‘Horeka Experience’ ubicado en la misma fábrica, con la presencia de muchos de los socios y ‘partners’ de la compañía que colaboran y contribuyen a que Heineken España sea «decididamente verdes».

Las ‘influencers’ Carmen y Belén —son conocidas en las redes sociales con la marca ClimaBar, con la que quieren romper «la burbuja verde» de la sociedad y animar a comprometerse, de verdad y sin fisuras, con el desafío climático— fueron las encargadas de conducir el acto en sus diferentes fases. La parte central del mismo, en la que la empresa presentó sus objetivos y proyectos de sostenibilidad, contó con la participación de Carmen Ponce, directora de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad de Heineken España, y Sagrario Sáez, directora de Sostenibilidad.

Una de las «influencers» de ClimaBar junto con Carmen Ponce en «Horeka Experience».

Una de las «influencers» de ClimaBar junto con Carmen Ponce en «Horeka Experience». / Fernando Bustamante

Para alcanzarlos, la compañía desarrolla proyectos en colaboración con diferentes socios, a los que quiso dar voz en una mesa redonda. En ella, participaron Miguel Frasquet Herráiz de CSIN; Raúl Purroy, en representación de Ecolab Europe; Andrés Pascual, director de innovación de Ainia; Josep M. Berga, director general y comercial de Alzamora Group; y Manuel Espinar, gerente del grupo Hispania Gastronomía.

El acto contó, también, con representación institucional. Estuvieron presentes el secretario autonómico de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Francisco José Candela, y la alcaldesa de Quart de Poblet, Carmen Martínez; encargados de inaugurar y clausurar el acto, respectivamente.

Energía verde de 6.000 espejos

El principal anuncio de la cita fue la construcción de una planta termosolar en la fábrica de Quart de Poblet; un proyecto «pionero en el mundo y en España —, así lo calificó Sáez— que, para nosotros, es un hito importantísimo, un orgullo, porque el 66 % de la energía que utilizamos en la producción de nuestros productos es térmica». Cuando esté operativa, esta energía será 100 % renovable. 

La instalación verde —cuenta con una inversión total de 2,2 millones de euros— se construirá en colaboración con la empresa CSIN, la cual ha recibido una concesión de los fondos Feder, por lo que el proyecto será un ejemplo de la colaboración público-privada. Por su parte, Heineken ha cedido los terrenos durante quince años y, una vez finalizado este plazo, tendrá la opción de adquirir la instalación en propiedad.

La planta termosolar tendrá una superficie de 6.000 metros cuadrados y dispondrá de un total de 6.000 espejos que producirán energía térmica mediante la tecnología CPS (Concentred Solar Power) y un diseño modular único en el mundo. Estos espejos curvos captarán la luz del sol para, posteriormente, dirigirla hacia los tubos en los que el agua —elemento esencial para la producción de la cerveza— se calienta a 200 grados centígrados, y producir energía 100 % verde en forma de vapor o calor.

La capacidad de producción de la planta será de 3.504 mega watios hora térmicos anuales, que se utilizarán en los procesos de cocción y envasado de la línea de producción de la comarca de l’Horta. Además, la instalación dispone de un sistema de almacenamiento térmico, con el que la fábrica tendrá garantizado un suministro estable, independientemente de la hora del día que sea —haya luz solar o no— y de las condiciones climatológicas.

Con la puesta en funcionamiento de la planta, Heineken se convertirá en una empresa pionera, ya que «por primera vez, una cervecera aportará una fuente primaria 100 % renovable, ilimitada y libre de emisiones a la elaboración de la cerveza —, afirmó Ponce—. Este acuerdo nos permite cumplir varios de nuestros objetivos». 

Entre ellos, está que la energía que utilizan sea 100 % renovable en 2025; ahora, representa sólo el 45 %. Por eso, Sáez considera que «esta planta pone de relevancia nuestra apuesta por el poder de la energía solar, la más limpia». Por su parte, Miguel Frasquet de CSIN, la empresa que construirá la planta termosolar, recordó que «en España, tenemos que poner en valor el sol» y puntualizó que «qué mejor sitio que la industria para empezar a hacerlo».

«La cervecera más verde»

«Nos hemos propuesto ser la cervecera más verde de España», comentó Ponce, durante la presentación de los objetivos. La sostenibilidad no representa una concepción aislada, sino que actúa transversalmente en toda la estructura de la compañía. Se incluye entre los cuatro valores de la misma, definida como «cuidado de las personas y el planeta»; es uno de los cinco pilares de su estrategia comercial; y, también, es uno de los cuatro indicadores que se tienen en cuenta en la totalidad de la toma de decisiones de la empresa. «No aspiramos a obtener beneficios en detrimento de la salud del planeta», argumentó Ponce.

Martínez: «Felicito a Heineken por ser referentes en cuanto a sostenibilidad»

Martínez confesó que su consistorio comparte con Heineken los objetivos en la lucha por la preservación del medio ambiente. «La ambición de ser decididamente verdes es compartida y así lo demostramos a través de la políticas que emprendemos desde el gobierno municipal». La primer edil explicó que Quart de Poblet se adelantó a la agenda 2030 con su propia agenda 2021, porque «es el único camino para garantizar la calidad de vida de nuestro planeta». 

Para el año 2025, Heineken España se ha marcado como principal objetivo conseguir las cero emisiones netas en su producción; la marca ha establecido como límite en todas sus filiales a nivel mundial el año 2030, por lo que el reto es mayúsculo en sus cuatro fábricas en España que se anticiparán cinco años al resto de países.

«No hemos empezado ahora a preocuparnos por la sostenibilidad, tenemos mucho camino recorrido», reconoció Sáez. No se trata, únicamente, de una afirmación vacía, propia de las empresas que ejercen el ‘green washing’; está refrendada por las certificaciones ‘cero residuos a vertederos’ que las cuatro fábricas españolas de Heineken conseguirán en los próximos meses, incluyendo la planta ubicada en Quart de Poblet.

Carmen Ponce calificó de «gran noticia» esta certificación que refrenda el compromiso medio ambiental de la fábrica y su apuesta «pionera en la agenda de sostenibilidad».

Cadena de valor sostenible

La única meta no es la sostenibilidad sólo en la producción, sino que la compañía aspira a ser sostenible en toda la cadena de valor —a pesar de que representa, únicamente, el 9 % del total de emisiones— para ser sostenibles «del campo a la barra o de la huerta al frigorífico». En este sentido, la firma trabaja con todos los actores implicados, con el objetivo de reducir en un 30 % las emisiones de su cadena de valor para el 2025, aunque el verdadero objetivo es la reducción total de sus emisiones de efecto invernadero para el año 2040.

¿Cómo lo consiguen? Con múltiples iniciativas en las que participan colaboradores, clientes, ‘partners’ e instituciones. Por ejemplo, invierten en el desarrollo de fertilizantes de precisión, en la reducción de las emisiones para la producción del ‘packaging’ o envases —recientemente, han introducido los envases de cartón para los ‘packs’ de latas o botellines, en lugar de las anillas de plástico—, en la apuesta por una logística de distribución con energías renovables —hay puesto en marcha un proyecto piloto en Sevilla para el reparto de la última milla con cero emisiones— o en las prácticas diarias de los hosteleros distribuidores de sus marcas cerveceras.

En este ámbito, Heineken ha repartido 238.000 sistemas de frío ecoeficientes que «consumen la mitad que un enfriador normal —, explicó Sáez—, de modo que hay un ahorro en la producción de emisiones pero, también, en las cuentas corrientes de los hosteleros españoles». Otro ejemplo es el reparto de sombrillas, mesas y sillas de sus marcas cerveceras, construidas con material reciclado y 100 % reciclables. En estas dos iniciativas, Heineken España ha invertido más de 340 millones de euros en aras de mejorar la sostenibilidad de los distribuidores. 

Programa «Albufera»

Otro de los objetivos de Heineken España para el año 2025 es la reducción de su consumo de agua en un 50 % respecto al año 2008, para lo que la compañía ha establecido una estrategia a través de diferentes iniciativas. «El agua es fundamental para nosotros porque el 95 % de la cerveza es agua —, evidenció Sáez—; tenemos que cuidarla». 

En el proceso de elaboración de la cerveza, se utiliza un total de 3,29 litros de agua por cada 1.000 centilitros de cerveza producidos. La cifra es un 33 % inferior que en el año 2008, pero el reto es reducirla a 2,64 litros para el año 2025, un 17 % más. «Es de agradecer que, a pesar del poco conocimiento que tiene la gente sobre la cantidad de agua que se utiliza en la producción de cerveza, Heineken haga un esfuerzo por reducir este consumo», aplaudió Raúl Purroy.

Manuel Espinar, Josep M. Berga, Andrés Pascual, Raúl Purroy y Miguel Frasquet.

Manuel Espinar, Josep M. Berga, Andrés Pascual, Raúl Purroy y Miguel Frasquet. / Fernando Bustamante

La firma está involucrada en varios programas de eficiencia, innovación y desarrollo tecnológico que permiten reducir la cantidad de agua necesaria en los procesos de higienización y limpieza de las instalaciones, aunque sin renunciar a los estándares higiénicos exigidos en una cadena de producción.

Candela: «Somos todos responsables de lo que pasa en nuestro entorno»

En su intervención, el secretario autonómico quiso destacar el «compromiso de Heineken con el medio ambiente;no es solo un eslogan, lo hacéis realidad». Su conselleria colabora con la empresa en la regeneración de la Albufera —«con vuestra aportación, garantizamos que el parque esté limpio»— a través de un convenio, que se acaba de prorrogar para los próximos cuatro años, con el que se protege también el barranco de la rambla del Poyo de Quart de Poblet. 

Además, la fábrica de Quart de Poblet, en colaboración con la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, ha desarrollado el proyecto ‘Albufera’, mediante el cual la compañía garantiza el retorno de más de 400 millones de litros de agua al entorno natural de la Albufera de València cada año; una acción que contribuye a regenerar el parque natural al sur del ‘cap i casal’. Como aseveró, con orgullo, la directora de Sostenibilidad, «este programa es pionero y considero que es un espejo para exportar al resto del mundo Heineken».

Apuesta por la circularidad

Al reto de conseguir las cero emisiones netas, Heineken España suma el desafío de ser «decididamente cero residuos» a través de su apuesta por la circularidad, es decir, dando más vidas y más usos a las materias primas.

Con esta mirada, la compañía ha conseguido reducir en más de 213.000 toneladas anuales el total de residuos generados por su actividad, transformándolos para evitar que vayan, directamente, al vertedero. De este modo, los restos se convierten en comida para animales, abono para el campo, geles higiénicos desinfectantes o vinagre para la producción de cerveza, entre muchos otros nuevos usos.

«Nuestro foco está puesto en reducir los residuos del ‘packaging’ —, confesó Ponce— pero, eso sí, no a costa de aumentar el número de emisiones contaminantes». De hecho, la producción de los envases es, por sí misma, una fuente de transmisión de CO2 a la atmósfera, que alcanza el 30 % del total de emisiones de la producción.

La empresa quiere, ahora, aumentar la circularidad en el envasado, con la meta de que todos los materiales del ‘packaging’ sean reciclabes y puedan tener nuevos usos;también los botellines de cristal e, incluso, las latas. En la actualidad, el 74 % del material del envasado es reciclable, pero el objetivo es superar el 80 %, en los próximos tres años.

Por materiales, el cartón ya ha alcanzado su cuota de circularidad máxima —el 100 % del que se utiliza en el embalaje es reciclado y reciclable— y la tarea pendiente la tienen con respecto al plástico, cuya cuota de reciclaje sólo alcanza el 50 %. Sin embargo, Heineken España está inmersa en el proceso de sustitución de sus anillas de plástico de los embalajes por otras de cartón; una iniciativa con la que la empresa espera eliminar 50 millones de anillas de plástico y reducir en 300.000 toneladas la cantidad de plástico empleada en sus sistemas de ‘packaging’.

La marca Heinken cuenta, además, con un sello de sostenibilidad que incluye en sus envases, siempre que sean sostenibles. Según Ponce, «nuestro objetivo es, también, difundir lo que estamos haciendo. Queremos contagiar la pasión por el verde a nuestros consumidores». Y es que, como incidió Andrés Pascual, «la sostenibilidad, cuando se hace bien, es contagiosa».

Compromiso social

La responsabilidad de Heineken España trasciende el terreno ambiental porque aspira a sumar a través del compromiso social, por su deseo de «contribuir en las comunidades en las que estamos implantados», expresó la directora de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad.

Lo hacen en varios ámbitos: fomentando el consumo responsable, mejorando la reciclabilidad de sus envases; invirtiendo en la sostenibilidad y competitividad de los hosteleros españoles; o apostando, entre otros, por dar prioridad a la compra de productos españoles. «El 90 % de la materia prima que utilizamos la compramos en España —, apuntó Ponce—. Pero, además, todo lo que vendemos a escala nacional se produce íntegramente aquí».

Uno de los baluartes de su compromiso social es la Fundación Cruzcampo; «es el brazo de nuestra agenda social y la fundación del sector más longeva de toda España», explicó la directiva. Desde la entidad,  ofrecen varios programas de formación juvenil, con la finalidad de «dar oportunidades al talento joven en un sector tan necesitado de empleo como es la hostelería». Con el programa de becas de la fundación, los jóvenes «pueden acceder a tener un futuro laboral que no podrían haber conseguido en otras circunstancias». Los datos de empleabilidad, cercanos al 100 %, refrendan su éxito; el de una iniciativa que se suma a la larga lista de proyectos con los que Heineken apuesta por ser «decididamente verdes».

La planta produce el equivalente a 7,5 millones de cañas cada día

La jornada de Heineken España, en la que presentó sus objetivos de sostenibilidad para el año 2025, finalizó con una visita de los asistentes por las instalaciones de la fábrica de Quart de Poblet; una planta que produce, diariamente, el equivalente a 7,5 millones de cañas de cerveza. 

La instalación es, además, una fuente de dinamización del ecosistema empresarial valenciano, al generar 300 empleos directos en su planta y otros 12.500 empleos indirectos adicionales en la región.

Algunos de los asistentes durante la visita por las instalaciones de la fábrica de Quart de Poblet.

Algunos de los asistentes durante la visita por las instalaciones de la fábrica de Quart de Poblet. / Fernando Bustamante

El ‘tour’ —contó con las explicaciones en detalle de dos de los responsables de producción— permitió a los asistentes descubrir el proceso de elaboración y embotellado de las marcas cerveceras de Heineken. Entre los asistentes, había quienes ya habían visitado el complejo pero, para muchos otros, era su primera vez. 

Por eso, los responsables de guiar a los visitantes por la fábrica los condujeron por las dos principales áreas: las líneas de envasado y embalaje, en primer lugar; y, a continuación, el ala de cocción, con la visita a los grandes tanques donde la cerveza se fermenta y calienta para producir el almidón. Estos recipientes serán los que se beneficien, principalmente, del calor y vapor generados en la nueva planta termosolar, instalada dentro de los terrenos de la fábrica.

Las diferencias entre las dos áreas son notables y, así, lo expresaron varios de los asistentes durante la visita por las instalaciones. Mientras que en el área de envasado, se respira el frenesí de las nueve líneas de producción, con forma de U, y el sonido transmite, también, esa sensación de ritmo constante; en la zona de cocción, el panorama es total y completamente opuesto. La tranquilidad y el silencio son dos de los rasgos que reflejan, como apuntó uno de los guías designados por la empresa, «los tiempos pausados del proceso de fermentación de la producción de la cerveza; en contraposición al ritmo sin pausa de la otra zona de la fábrica ». Otra de las características notables de la zona de cocción es el olor penetrante, aunque agradable, que emerge de los tanques en los que el agua y la cebada alcanzan temperaturas elevadas, cercanas a los 200 grados. Al resultado de ésta, luego se le añaden los aromas y componentes que ofrecen el característico sabor en cada una de las marcas de Heineken España. 

«La sostenibilidad comienza en los procesos para fabricar productos; no después»

Miguel Frasquet Herráiz, representante de la empresa CSIN.

Aportó detalles sobre el proyecto de construcción de la planta termosolar con una extensión de 6.000 metros cuadrados y seis millares de espejos curvos, que redirigen la trayectoria de la luz del sol reflejada y la concentran en los tubos que «generan calor y vapor a nueve bares, la presión elevada que necesitan los procesos industriales». Frasquet quiso resaltar la importancia de la apuesta de Heineken España por reducir las emisiones en su proceso de producción; aseguró que «la sostenibilidad comienza en los procesos para fabricar productos;no solo hay que preocuparse por ella en los procesos posteriores». Por eso animó a aprovechar «el sol de justicia que tenemos e nuestro país».

«Reducir el consumo de agua pasa también por convertir las residuales en un recurso»

Andrés Pascual, director de Innovación de Ainia. 

La reducción del consumo de agua en los procesos de producción afecta a varios aspectos; también a las que llegan a las depuradoras. «Muchas veces olvidamos que estas mal llamadas aguas residuales, pueden ser un recurso. Por eso, trabajamos en recuperarlas y regenerar el agua». En este sentido, desde Ainia, están llevando a cabo un programa piloto, «una solución innovadora», que permite recuperar la salinidad que emana de la sosa de las aguas residuales, antes de que lleguen a las depuradoras. «El objetivo es recuperarla y darle una segunda vida al agua, facilitando su reutilización» y, además, contribuyendo a facilitar su tratamiento para poder devolverla en condiciones óptimas a su entorno.

«Reducir el 17 % del consumo de agua restante es más complejo que el 33 % logrado»

Raúl Purroy, representante de Ecolab Europe.

«Hemos ayudado a contribuir a la reducción del 33 % del consumo de agua de Heineken en su producción, pero el reto es mayor para el 17 % restante». Así de contundente se mostró Purroy, quien afirmó que el «desafío es decididamente verde y retador». Para lograrlo, trabajan en disminuir el consumo en todos los pasos del proceso, desde el lubricador que facilita el traslado de botellas en la línea de producción —«antes, era más húmedo que el que se utiliza hora»— hasta el cambio en los productos de desinfección y detergentes, que han permitido reducir el número de pasos de limpieza, de 5 a 3, gracias a la unificación de ambos procesos en tuberías y tanques. «Bajar décima a décima, importa», reconoció.

«El consumidor aprecia que una empresa apueste fuerte por la sostenibilidad»

Josep M. Berga, director general y comercial de Alzamora Group.

Su empresa ha permitido que Heineken haya sustituido sus anillas de plástico por las de cartón; con un producto 100 % reciclado y reciclabe. El reto fue adaptar el cambio en la producción al espacio reservado dentro del circuito en fábrica. «En un mes y medio, estuvimos produciendo y sacando el nuevo producto al mercado», explicó. La implementación llegó tras una prueba piloto, en la que se pusieron a la venta dos palés de cervezas; unas llevaban las anillas de plástico tradicional y otras el nuevo embalaje de cartón. «En día y medio, las de cartón se habían vendido todas, mientras que de las de plástico, quedaba el 80 %». SegúnBerga, «el consumidor valora lo sostenible».

«La hostelería tiene interiorizada la sostenibilidad desde hace décadas» 

Manuel Espinar, gerente Grupo Hispania Gastronomía.

La responsabilidad social y medio ambiental de Heineken España la comparten con los hosteleros, que «tenemos interiorizada la sostenibilidad desde hace décadas», contó Espinar durante la mesa redonda. De hecho, desde la asociación a la que representa llevan más de 15 años realizando acciones en favor del cambio climático: «Fuimos pioneros en el reciclaje de cristal» y lo siguen siendo, gracias a una herramienta tecnológica, desarrollada por Ainia, que se ha instalado gratuitamente en más de 34.000 empresas, para mejorar la gestión interna de las cocinas de sus establecimientos. Por otro lado, Espinar quiso remarcar la necesidad de consumir un mayor número de productos de proximidad porque la región exporta el 70 %: «Contamos con la huerta y el mar con mayor producción del mundo, tenemos que aprovecharlo».