Un referente para el desarrollo sostenible del sector agrario

Si hay algo que ha caracterizado la excelsa trayectoria de la Cooperativa de Viver es el compromiso con su entorno. Tras más de 30 años trabajando para el desarrollo del medio agrícola y rural, con el objetivo de seguir incidiendo en la apuesta por la sostenibilidad, el respeto al entorno y la valorización desde el punto de vista turístico del interior de Castellón, es ya todo un referente dentro del sector. Una labor que Levante-EMVha querido reconocer en los Premios Agricultura, en concreto en la categoría de Sostenibilidad, que se entregarán en un acto singular el próximo viernes 28 de abril.

Levante-EMV honra al sector agro valenciano con los Premios Agricultura

La Cooperativa de Viver comenzó a levantar los cimientos de la entidad hace más de un siglo —en 1915— con la creación de La defensora de Viver, que comenzó su andadura con la oliva como protagonista. Aunque su fundación estuvo más vinculada al sector de los aceites —la compañía es la responsable de los aceites de oliva virgen extra Lágrima—, la cooperativa ha ido evolucionando hasta consolidarse como una entidad que agrupa a más de medio millar de socios y que produce aceite de oliva, vino, frutos secos, cerezas, alubias del confit y otros cultivos. 

Además, abogan por estrategias que permitiesen diferenciar sus productos a partir del comercio justo y de innovadoras iniciativas que permiten acercar al consumidor a la naturaleza en todo su esplendor, en función de cada momento del año y de los ciclos de cada uno de sus cultivos. Esta apuesta por la innovación y los productos de proximidad les ha permitido obtener diferentes galardones por parte de la Cámara de Comercio de Castellón y la Generalitat, que reconocieron recientemente su labor de formación, investigación e innovación turística.

«La cooperativa ha cambiado mucho desde que empezamos en 1990 con un solo trabajador y cerca de 200 socios. Hoy somos un equipo de 60 personas y más de 500 socios, con una actividad diversificada pero la misma misión de fondo: mantener el territorio vivo a través de lo que mejor sabemos hacer, cultivar la tierra. Cuidar de nuestros agricultores es imprescindible para que la agricultura, un sector esencial para la sociedad, se mantenga viva de manera sostenible», señalaba Fernando Marco, director de la Cooperativa de Viver en una entrevista reciente para Levante-EMV.

La entidad también cumple un importante papel dinamizador de la comarca de l’Alt Palància, con uno de los proyectos en torno al turismo rural más interesantes y exitosos de los últimos tiempos, avalado por reconocimientos como el doble galardón por sus experiencias de Enoturismo en la última edición de Fitur celebrada el pasado mes de enero en Madrid. 

Dentro de su proyecto de agroturismo, la compañía programa durante todo el año interesantes actividades en plena naturaleza y relacionadas con cada uno de los cultivos que desarrollan. Entre ellas, «Un paseo con lágrima», que incluye una visita a los cultivos de olivos y la almazara, o «La Piel de la Vid», que permite recorrer los viñedos rodeados de naturaleza. 

Combatir la despoblación

Más allá de la actividad económica y turística, su presencia en la localidad de Viver contribuye además a combatir la despoblación que afecta al interior de Castellón. «La superficie agraria y la ocupación vinculadas al sector han aumentado los últimos años y es el municipio de la comarca del Alt Palància donde más ha crecido la población desde el 2020. La cooperativa y todo el trabajo que hace para mantener y promover una agricultura justa tiene mucho que ver. Por ejemplo, ofrecemos fórmulas de colaboración con los propietarios que ya no pueden cultivar sus tierras, consiguiendo así que los campos se mantengan productivos, de forma que el propietario obtiene una rentabilidad y la cooperativa obtiene materia prima de calidad para sus productos», subrayó Marco.