Dos de cada tres valencianos han reducido la compra de producto fresco

El golpe inflacionario en la cesta de la compra ha tenido un grave impacto, tanto -el IPC de los alimentos llegó a moverse a inicios de este año en torno al 17 % de subida respecto a un año antes- que muchos valencianos han tenido no solo que mirar mucho más aquello que echaban al carrito sino también tener que reducir en ocasiones aquellos productos más caros, con los frescos -desde la fruta y la verdura a los embutidos y el pan, pasando por la carne y el pescado o los huevos- como principal foco de esa bajada.

Es lo que detecta la quinta edición del Observatorio de Productos Frescos de Aldi en España, un informe que explica que casi dos de cada tres valencianos (un 64,1 %) se vieron obligados en 2022 a recortar la compra de frescos. A nivel nacional, no en vano, ese recorte se tradujo en una caída del 7 %.

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Es un alto porcentaje si se tiene en cuenta que este tipo de productos representaron un 41,9 % del gasto anual en alimentación de los hogares valencianos el pasado año, siendo las frutas y verduras la mayor partida de gasto -37 % del desembolso- seguido de la carne fresca (26,6 %), la charcutería (14,7 %), el pescado fresco y marisco (11,5 %) y los huevos (3,4 %). En total, el presupuesto destinado el pasado año por los valencianos para la compra de frescos ascendió hasta los 1.803 euros.

Factores decisivos

En cuanto a qué valoran más los consumidores a la hora de decantarse por un producto u otro, el informe destaca que la relación calidad-precio es el aspecto más valorado por las familias valencianas a la hora de comprar productos frescos, teniéndolo especialmente en consideración un 74,1 % de los ciudadanos. A este le siguen la calidad (47,8%) y el precio (46%), este último al alza debido al complicado contexto inflacionario.