La «tormenta perfecta» en el transporte reduce en un 15 % las flotas valencianas de camiones

"Una tormenta perfecta". Así ha definido en rueda de prensa Carlos Prades, presidente de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET), la situación que está experimentando este sector en la Comunitat Valenciana, un golpe económico en el que se entremezclan la subida de costes, los bajos precios de las tarifas o las prácticas agresivas para captar tráfico. Todos estos factores han tenido una repercusión directa en forma de caída de actividad, provocando con ello que en sectores como el portuario o el de carga general -las dos grandes locomotoras de esta actividad- se haya producido, en palabras del dirigente empresarial, una reducción en el último año de "entre el 10 % y el 15 % de las flotas de transporte".

Según Prades, esta medida puede ser "la punta del iceberg". No en vano, ha avisado que el reajuste en plantillas que en el conjunto del sector suma 50.277 conductores con permisos en regla es un "primer movimiento" que, si las complicaciones económicas persisten, puede acabar desembocando en el cierre de empresas, con mayor "afección" en las que están más abajo de la cadena. Es la línea que corrobora también la última encuesta presentada esta mañana por FVET sobre la situación del sector, que señala que cuatro de cada cinco transportistas advierten de la destrucción de firmas si persiste la complicada situación económica.

TransItalia y Tramesa lanzan la primera autopista marítimo-ferroviaria de España desde el Puerto de València

El Puerto de València vuelve a crecer en importaciones tras meses de caídas

Problemas en el sector

Entre el alza de costes, el vicepresidente de la patronal, Juan Ortega, ha querido remarcar la combinación de unos "precios que están yendo a la baja" en un momento en el que más de la mitad de los transportistas detectan una reducción de su actividad, lo que ha rebajado los beneficios de cuatro de cada cinco profesionales. Junto a ello, se encuentra el precio de un carburante del que se ha valorado "el alivio que ha supuesto el alargue de la bonificación" del Gobierno o los incrementos en la compra de un camión, que se ha elevado un 30 % hasta suponer 120.000 o 130.000 euros. En este sentido, respecto a la electrificación de las flotas, Ortega ha señalado que "sin más ayudas no vamos a poder".

Más allá de costes, Prades ha alertado de que la "competencia desleal ha adquirido más protagonismo", llevándola a cabo "nosotros mismos", con unas prácticas "agresivas" por debajo de costes en busca de la captación de tráfico que acaba llevando a "ilegalidades". Sin embargo, este no es el único problema, ya que Ortega también ha puesto el foco en la alta fiscalidad, en la falta de unas infraestructuras que más que adecuadas son "justitas" -como es el caso de la adaptación de la V-30, de la AP-7 a los flujos de circulación o del acceso norte al puerto de València- o la morosidad que, pese al funcionamiento del regimen sancionador del Gobierno, "sigue estando ahí".

Por último, los responsables del transporte han querido remarcar la falta de 2.000 transportistas, un problema actual pero que en una década será acuciante "porque entra en edad de jubilación el 80 % de los conductores", ha resaltado Prades. Para solucionar esta escasez, Ortega ha incidido en que no se debe "demonizar al sector", sino apostar por una formación "a la altura", mejorar el "trato al conductor" o hacer "más áreas de descanso protegidas".

Previsión en el segundo semestre

En cuanto a la previsión para el segundo semestre, el secretario general de FVET, Carlos García, ha enfatizado que hay una "previsión más esperanzadora", en la que el transporte valenciano "confía en que haya recuperación económica" y en que la estabilidad política "tenga una connotación positiva en el cierre del ejercicio".