Transportes

Portugal licitará en enero el primer tramo del AVE Galicia-Lisboa por 1.900 millones

El administrador ferroviario aumenta un 18% el presupuesto necesario de la línea entre Oporto y Coímbra

El contrato incluye la construcción y mantenimiento durante 35 años

Obras en la primera línea de Alta Velocidad de Portugal, entre Évora y Elvas.

Obras en la primera línea de Alta Velocidad de Portugal, entre Évora y Elvas. / I.P

Víctor P. Currás

De las palabras a los papeles. El impulso definitivo a la línea de Alta Velocidad que Portugal planifica desde Lisboa hacia Galicia tendrá a comienzos del 2024 un hito clave: la licitación del primer contrato de proyecto y obra de los primeros 72 kilómetros por 1.900 millones de euros. El anuncio llegó a través del vicepresidente de Infraestruturas de Portugal durante la celebración de un taller de la Plataforma Ferroviaria Portuguesa (PFP) en Lisboa a finales de septiembre.

La intervención de Carlos Fernandes, recogida por la revista lusa especializada 'Construír', detalló las nuevas cifras del denominado “Lote A” que se corresponde al trazado entre Oporto y Oiã, al sur de Aveiro. Este primer segmento recibió el 21 de agosto la validación ambiental provisional a pesar de la fuerte contestación municipal, ya que afectará a un centenar de casas.

De esta manera, en las próximas semanas la Agencia Portuguesa do Ambiente validará los tres años de “actualización” de los estudios existentes en los que se ha ido definiendo la infraestructura que permitirá acortar en 50 minutos el tiempo de viaje entre las dos mayores ciudades del país.

Este nuevo nivel de detalle también conlleva un aumento del presupuesto del 15,15% desde los 1.650 millones anunciados el año pasado para el Lote A y otro del 23% en el segundo; pasando de 1.300 a unos 1.600 millones. En ambos casos el ejecutivo de Antonio Costa confía en recibir un importante apoyo de los fondos europeos que si se estimaba en unos 500 millones para cada tramo, podría superar los 750 por contrato.

El presidente del gobierno luso insistía la semana pasada en público en que esta obra “se va a hacer” y confirmaba sus planes financieros para garantizarlo. La creación de un fondo de 2.750 millones de euros a cargo del superávit presupuestario de este año y el próximo, blindando así las primeras inversiones para esta infraestructura y anticipándose a un posible recorte en los fondos europeos a recibir.

Este primer tramo de 72 kilómetros incluye la reforma de la estación intermodal de Campanhã, el nuevo puente sobre el río Duero, una estación en Gaia con enlace al metro y alrededor de un tercio de su recorrido se realizará a través de túneles, puentes y viaductos. El objetivo de IP es que el Lote B pueda adjudicarse antes de julio de 2024.

Mantienen el horizonte del 2030

Ante un panel de expertos en la materia Fernandes reconocía las dificultades para llevar adelante los planes ferroviarios y apuntaba a la pandemia o el estallido de la guerra de Ucrania como causas en los retrasos en la finalización del Plan Ferrovía 2020; considerando que estas infraestructuras requieren de unos siete años entre estudios y obras para ejecutarse.

No obstante, la primera línea de Alta Velocidad del país continúa sin tener una fecha clara para su puesta en servicio. Los 90 kilómetros entre Évora y Elvas que acortarán los viajes de Lisboa y Sines hacia Extremadura harán compatibles los tráficos de pasajeros y mercancías a 250 kilómetros por hora gracias a una inversión de 340 millones de euros, aunque por el momento siguen postergando su finalización.

En cualquier caso, desde el país vecino apuntan a su experiencia en la construcción de autovías con más de 23.000 millones de inversión en casi 2.400 kilómetros desde mediados de los años noventa. La fórmula propuesta sería de el de una Asociación público-privada (PPP) en el que la empresa adjudicataria se haría cargo de la construcción y mantenimiento durante los primeros 30 o 35 años.

Lisboa perdona la deuda de Comboios para que pueda comprar nuevos trenes de Alta Velocidad

Para solucionar los errores del último cuarto de siglo en materia ferroviaria el gobierno de Antonio Costa no escatimará en inversiones. El pasado lunes 9 de octubre concluía la “operación de reestructuración financiera” en la que se perdonó una deuda de 1.800 millones de euros a Comboios de Portugal, a la que transfirió esa cantidad “con la subcompensación debida de obligaciones de servicio público entre los años 2002 y 2019”.

La operación está incluida en los presupuestos estatales del próximo año (OEA), en los que también se destinarán 126 millones de euros para ofrecer transporte gratuito a 370.000 menores de 23 años. La línea de crédito fue aprobada por el Ministerio de Economía, que la consideró “determinante para devolver la normalidad” a la empresa y permitirle “acelerar”; y el de Transportes.

El titular de esta cartera, João Galamba, explica que “esta operación es fundamental para que Comboios tenga la capacidad de invertir en la mejora, modernización y ampliación de los servicios”, haciendo un especial hincapié en la financiación del material rodante. La operadora pública portuguesa podrá afrontar así la renovación total de su flota antes del 2040. Entre las medidas anunciadas se incluye la adquisición de doce convoyes de Alta Velocidad que permitirán estrenar esta línea y sustituir a los Alfa Pendular actuales.

La inversión, de unos 336 millones de euros, no puede ser financiada directamente por el Estado al ser destinados a servicios comerciales. De esta manera, Comboios de Portugal toma posiciones de cara al anunciado desembarco de Renfe y la hispanoitaliana Iryo, que ya han mostrado su interés en unir Lisboa y Galicia con trenes rápidos directos.

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