Política monetaria

Guindos (BCE) insiste a los bancos en que paguen más por los depósitos

"Cuando subimos los tipos de interés, los subimos para el activo (créditos) y para el pasivo (depósitos), tienen que subir los tipos de interés en toda la gama de productos", ha defendido

Luis de Guindos.

Luis de Guindos. / APIE

Pablo Allendesalazar

El Banco Central Europeo (BCE) sigue descontento con el bajo tipo de interés que la banca de la zona euro paga por los depósitos de sus clientes, una remuneración escasa en la que las entidades españolas están además a la cola de sus homólogas de la unión monetaria. El vicepresidente de la autoridad monetaria, Luis de Guindos, ha vuelvo este martes a instar a los bancos a aumentar la remuneración que ofrecen por el ahorro de los particulares. "Cuando subimos los tipos de interés, los subimos para el activo (créditos) y para el pasivo (depósitos), tienen que subir los tipos de interés en toda la gama de productos", ha defendido en unas jornadas de Deloitte y 'ABC' y en presencia de un nutrido auditorio de directivos bancarios.

No es un mensaje nuevo por parte del exministro de Economía del PP. En septiembre de 2022, apenas un mes y medio después de que el BCE subiese los tipos oficiales por primera vez en 11 años, Guindos ya afirmó en Valladolid que el alza de la remuneración de los depósitos "debe llegar y relativamente rápido". Tanto el vicepresidente de la institución europea como su presidenta, Christine Lagarde, han insistido en este mensaje en España a lo largo de los últimos meses. Forma parte de su estrategia de endurecimiento de la política monetaria para combatir la inflación. "Buscamos un endurecimiento del crédito para frenar la demanda, pero existe otro canal, queremos hacer más atractivo el ahorro versus la inversión", ha insistido Guindos este martes.

La banca española está siendo de las que menos caso están haciendo a este deseo del BCE. Las entidades del país son las sextas de los 20 miembros de la zona euro que menos remuneran los depósitos. Durante los tres meses del verano, mantuvieron la remuneración de los nuevos depósitos congelada en torno al 2,3%, mientras la media de la zona euro subía del 2,7% de junio y al 3,08%. La distancia entre lo que los bancos europeos pagan de media y lo que abonan las entidades españolas era de 0,16 puntos porcentuales en diciembre de 2021 (cuando el BCE comenzó a endurecer la política monetaria), de 0,264 puntos en julio de 2022 (cuando el BCE subió por primera vez los tipos oficiales) y de 0,75 puntos el pasado septiembre. En consecuencia, el tipo medio del saldo de depósitos de los hogares (no solo de las nuevas operaciones) está en España en el 1,5%, mientras que en la zona euro alcanza el 2,07%.

Insostenible a medio plazo

Tradicionalmente, la diferencia entre lo se paga por los nuevos depósitos en España y en la unión monetaria no ha sido tan abultada. Desde que comienza la estadística en 2003, el diferencial ha sido normalmente de unos pocos decimales o incluso de centésimas. De hecho, ha habido periodos en que los bancos españoles pagaban más que los europeos, como entre 2004 y 2006 (para financiar la burbuja inmobiliaria) o entre 2007 y 2011 y en 2012 (por la gran crisis bancaria). Sin embargo, la diferencia se ha disparado en los últimos meses debido a que las entidades españolas aprovechan su amplia liquidez y la escasa demanda de crédito (que les hace necesitar menos financiación externa) para subir muy poco la remuneración de los depósitos y que sus resultados se beneficien aún más del encarecimiento de los créditos. 

Guindos, en cualquier caso, ha sostenido que la subida del tipo de los productos de ahorro "siempre es más lenta" que la del crédito y se ha mostrado "convencido" de que el tipo de los depósitos seguirá subiendo. Lo ha hecho, eso sí, para introducir una advertencia a los bancos: la mejora de beneficios que están obteniendo este año no es sostenible a medio plazo, como demuestra que los inversores mantengan su cotización bursátil por debajo de su valor contable teórico. Las razones de ello, ha enumerado, son que el coste de su financiación va a seguir subiendo (en parte por los depósitos), la desaceleración económica va a aumentar la morosidad (ya hay "señales intermedias" de ello) y el crédito no crece o cae, según el segmento. 

Beneficios récord

De momento no se está notando: las seis entidades del Ibex 35 (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja Banco) ganaron en conjunto 19.761 millones de euros entre enero y septiembre, un 23,4% más. Entre otros factores, lo explica que la factura mensual en intereses pagados por los hogares se ha disparado en 1.158 millones de euros desde diciembre de 2021, desde los 1.343 millones a los 2.501 millones del pasado septiembre. Por contra, los intereses cobrados por las familias por los depósitos y cuentas a la vista apenas han aumentado en 212 millones, de 14 a 226 millones. Ello implica que el margen mensual para las entidades ha mejorado en 946 millones y un 71%, hasta los 2.275 millones.

Un elemento clave para explicarlo es que el 89,4% del dinero que los hogares guardan en las entidades está ahora en cuentas corrientes, cuyo interés medio es de apenas el 0,131%. En anteriores ciclos de alzas de tipos, en cambio, el ahorro se repartía de forma equilibrada entre estas cuentas y los depósitos, que suponían entre el 50% y el 60% de lo que las familias guardaban en los bancos. Es decir, que aun subiendo el tipo de los depósitos a plazo, las entidades pagan muchos menos intereses a los hogares que en episodios similares del pasado. En agosto, el saldo en depósitos aumentó en 5.889 millones y el de cuentas bajó en 5.212 millones, pero la diferencia entre unos y otros sigue siendo muy abultada (103.797 millones y 882.113 millones, respectivamente).