Entrevista

Juan Cámara: "Una constructora debe apoyar la sostenibilidad de una forma clara y práctica"

El empresario asegura sobre los impuestos que «tenemos un país privilegiado y tenemos que mantenerlo. Los que más pagamos»

Juan Cámara, presidente de Torrescámara

Juan Cámara, presidente de Torrescámara / Fernando Bustamante

Renfe deberá pagar cinco millones al consorcio del que formaba parte Torrescámara por diferencias en las obras del AVE de Medina a La Meca, en Arabia Saudí, según una sentencia judicial. ¿Está cerrado ya ese conflicto?

Sí, sí, totalmente. Hemos estado dos años con el laudo.

¿Qué tal ha sido la experiencia de participar en una obra de esas características?

Fue un gran reto. Primero, por la especialización de la obra y su complejidad. No eran unos simples talleres, eran como 50.000 metros cuadrados [en Medina]. Y en el desierto, con una empresa árabe que nos dejó tirados. Mientras estábamos allí, tuvimos puntas de mil trabajadores. La parte técnica era trasladada desde España. Y allí se aprendió mucho. La gestión de todo el proyecto era compleja porque llevaba mucha más carga burocrática de lo habitual. Allí cada material, cada empresa, cada proveedor, cada subcontratista, cada plano, cada detalle tenía que estar aprobado previo a la ejecución. Eso complicó el proyecto.

Torrescámara tiene una presencia importante en Latinoamérica, donde trabaja o ha trabajado en países como Colombia, Perú o Paraguay. ¿La inestabilidad en esos países supone algún inconveniente?

Tienes que convivir. Si estás en Perú, te tienes que ‘perunizar’. Si estás en Colombia, te tienes que ‘colombianizar’ o en México, ‘mexicanizar’. La legislación es distinta, la ley de contratos es distinta, el sistema jurídico es distinto y te tienes que acoplar allí. Eso lleva tiempo y personas. Al final, el producto es el mismo. O sea, si tú haces un puente en Colombia o en Perú el producto es el mismo, pero la forma de ejecutarlo es totalmente distinta.

¿Tiene previsto trabajar en otras áreas geográficas o países?

En principio, no.

¿La apuesta internacional se debe a la diversifación de negocio o a que en España hay mucha competencia?

La apuesta internacional ocurre con la crisis de 2008. Habíamos estado en varios sitios, como Polonia, para que parte de la compañía pudiera estar empleada en otros países que tuvieran los mismos objetivos en infraestructuras que aquí.

O sea, por diversificar

También coincidió con la creación con la Generalitat de la empresa de transporte portuario por ferrocarril Logitren, que nos permitía entrar en lo que ya empezábamos a ver, la descarbonización. Entendímos que eso podía ser una línea importante para la empresa, que el cliente o el ciudadano iban a primar aquellos productos que tuvieran un recorrido menor de consumo de CO2, algo que en esa época era pionero. Conseguimos hacer, por ejemplo, la ruta Valencia-Madrid. Se hacía en dos días en ferrocarril y conseguimos hacerlo en uno. Hoy estamos haciéndolo con Cosco, que ha entrado en la sociedad. Casi 11.000 kilómetros a la semana.

¿Qué papel juega la sostenibilidad en Torrescámara?

Hace dos años entendimos que una constructora debía apoyar la sostenibilidad de una forma clara y práctica. Hemos conseguido ahora ser la primera constructora valenciana con certificación de sostenibilidad. También estamos en el proceso de que nos acrediten como empresa socialmente responsable.El legislador debe promover con más ahínco aún la incorporación de criterios de sostenibilidad en las empresas para lograr un objetivo común. La sostenibilidad tiene cuatro patas: social, ambiental, ética y económica. Por ejemplo, en el ámbito social firmamos hace un par de años un convenio de colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia, por la que constituimos una cátedra de empresa para promover el talento universitario.

¿Tiene Torrescámara problemas para captar personal ahora que tantas firmas se quejan de la falta de trabajadores cualificados?

Sobre todo faltan especialistas en la parte de la obra. Debido a la crisis desaparecieron muchos trabajadores. Y ahora toca reponer dándoles algo más. O sea, ya no es colocar ladrillos. Tenemos que hacerles algo más novedoso.

Antes mencionaba Logitren. ¿Qué opina de la parálisis en la ampliación del puerto de València?

Creo que en un periodo corto de tiempo se licitarán las obras.

¿Qué opinión le merece la marcha de Ferrovial a Países Bajos tras los contratos de obra pública que ha obtenido en España?

Es una pregunta que debería contestar el consejo de administración de Ferrovial.

Uno de los nichos de negocio de la empresa son las infraestructuras. ¿Se ha notado un parón en la inversión pública este año de elecciones?

No. Además, nuestro ámbito de administraciones es muy amplio, porque también tenemos la empresa de restauración de patrimonio.

Las licitaciones están quedando desiertas por la inflación y la subida de costes, lo que está frenando a las empresas. ¿Cómo lo ve?

Normalmente, eso está regularizado mediante unos elementos que se llaman revisiones de precios. Cuando pasa un año, se revisa el precio de lo que ha subido, excepto una parte del primer tramo que lo asume el contratista, y, si sube mucho, ya lo asume la administración. Pero el año pasado sí hubo problemas, hasta que se pudieron acoplar a esa subida extraordinaria, porque estamos hablando de que subieron precios cuatro veces y eso sí que no lo contemplaba.

Torrescámara también está en el mercado de la edificación. ¿se avecina una caída importante?

En la ciudad de Valencia hay poco suelo para poder construir nuevas viviendas. Y además está el tiempo que se tarda en las licencias, aunque creo que el Ayuntamiento ya ha puesto la mecánica a funcionar. Asimismo, financieramente el usuario tiene peor acceso y más caro un crédito. La materia prima está mucho más cara. El ‘gap’ comercial es muy pequeño en la promoción. Como promotores, vamos a estudiar muy bien los proyectos que se nos presenten y hacer cosas pequeñas.

Los promotores han cancelado la feria inmobiliaria de València por la ausencia de oferta, que es consecuencia de manera especial de la falta de suelo. Eso es un problema muy serio, porque en el otro lado de la balanza nos encontramos con que la gente está teniendo grandes problemas para encontrar vivienda.

Además, la financiación, que hace unos años era muy asequible, ahora es mucho más cara.

El pasado jueves, PowerCo se reunió con quince constructoras como candidatas a construir la gigafactoría de Sagunt. ¿Está Torrescámara interesada?

Sí, sí, por supuesto. Nosotros, en todo lo que sea infraestructura y además de alta tecnología y alta técnica, estaremos ahí. Somos proveedores de Volkswagen desde hace años y ahí estuvimos. A ver si tenemos suerte. Y nos ganamos la confianza.

¿Cómo ve al nuevo Consell?

Con ilusión de que se hagan cosas importantes y nuevas en esta comunidad.

¿Tiene una opinión sobre la amnistía?

Sí que tengo, pero es un tema personal.

¿Cree que va a provocar una huida de la inversión extranjera?

Hombre, los grandes inversores así lo han dicho. Lo que provoca inestabilidades, ya sea la amnistía u otra cosa, nunca es bueno para la economía y la economía necesita mucha seguridad. El dinero es muy huidizo y necesita seguridad. Ahora, por ejemplo, a Ucrania, no iríamos a invertir.

¿Cree que se pagan demasiados impuestos en España?

Creo que tenemos uno de los países mejores del mundo.La sanidad, la cultura, las infraestructuras. Creo que tenemos un país privilegiado y que tenemos que mantenerlo. Los que más pagan, los que más pagamos, tenemos que seguir haciendo eso. Yo creo en el bienestar social. No hay más que salir por ahí, por el mundo, para ver lo bien que estamos, ¿no? A pesar de todas las dificultades que se plantean, pues a cualquiera que se le tuerce el tobillo en una acera, va a un hospital, lo curan y lo pagamos entre todos. Yo creo que eso, el bienestar social que hemos conseguido, se debe mantener.