Entrevista | Nuria Montes Consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo

"Aena debe decidir si amplía el aeropuerto de Valencia o si empieza a planificar uno nuevo"

Montes asegura que el nuevo Bono Viaje generará más pernoctaciones y beneficiarios y afirma que el Imserso, sin actualizar precios, está «acabado»

La consellera de Turismo, Nuria Montes, en una imagen reciente en Alicante.

La consellera de Turismo, Nuria Montes, en una imagen reciente en Alicante. / Pilar Cortes

Nuria Montes sitúa el inicio de Fitur la próxima semana como «punto de partida» de la estrategia turística del Consell. Con trayectoria en la patronal hotelera Hosbec, la consellera defiende un modelo de atracción de viajeros que sea «sostenible» en términos económicos, sociales y medioambientales.

Llega una nueva edición de Fitur que se prevé histórica. ¿Qué objetivo se ha marcado la Comunitat Valenciana para el certamen?

Fitur es el punto de partida de todo lo que va a ser la estrategia y la política turística de la Comunitat Valenciana. Este año va a ser el Fitur de los récords. Nunca hemos emitido tantos pases ni hemos detectado tanto interés como en esta ocasión. Pero además con una diferencia fundamental. Y es que, Fitur ha virado de una manera importante a una feria con un marcado carácter profesional. Que todo el entramado empresarial del turismo de la Comunitat Valenciana tenga como referente esta feria para continuar realizando sus negocios y contactos es un objetivo que buscamos. Todo lo que sea una evolución creciente hacia esa visión empresarial siempre es positiva. Y luego, obviamente, tenemos el objetivo de dar a conocer los ejes de política turística del Gobierno valenciano.

La feria llega tras un año récord en llegada de viajeros, un máximo que también ha levantado criticas de masificación en lugares como València. ¿Se puede seguir creciendo turísticamente?

Es una pregunta que lleva trampa implícita. València, con el área metropolitana, tiene más de 800.000 habitantes. Su capacidad hotelera es de 16.000 camas y la capacidad que pueda tener en apartamentos turísticos reglados puede doblar esta cifra. 32.000 camas frente a una población residente de 800.000 personas no puede ser jamás motivo de masificación. El turismo reglado no es el que produce la masificación. Seguramente en Fallas se produce un exceso de presión humana, no turística, debido a la cantidad de visitantes que se alojan en casas de familiares o amigos. No es la actividad turística la que provoca esta presión. Por eso, creo que tenemos capacidad de crecer. Pero debemos hacerlo con un modelo sostenible que nos permita seguir desarrollando esta actividad en los términos económicos, sociales y medioambientales en los que se produce ahora o de una mejor manera. Y todavía hay mucho camino que mejorar.

En ese camino, València tiene actualmente alrededor de 100 licencias hoteleras en tramitación. ¿Es este un lastre que hay que desbloquear cuanto antes?

Sí, porque precisamente el crecimiento sostenible viene de la mano de esa oferta reglada. Me consta que la mayor parte de los proyectos hoteleros paralizados son de alto valor añadido, que se sitúan en la franja alta de calidad. Son precisamente los que atraen a ese público que gasta muchísimo más o el que distribuye esa riqueza a otros segmentos de la población. No disponer de estas licencias y hacer crecer un turismo en base a un modelo de desarrollo insostenible de viviendas que se sustraen del mercado del arrendamiento urbano es lo que no se debe hacer. La planificación correcta de València pasa por un crecimiento importante de su oferta hotelera basada en estos parámetros de calidad de superior categoría.

La consellera de Turismo, Nuria Montes, en una imagen reciente en Alicante.

La consellera de Turismo, Nuria Montes, en una imagen reciente en Alicante. / Pilar Cortes

Ha hablado de atracción de viajeros y para eso hace falta una oferta que en la autonomía ya es variada. Pero, ¿en qué segmento nos queda aún ese paso por dar?

Te diría que ninguno. Hay segmentos como, por ejemplo, el del máximo lujo que no trabajamos de una manera importante en la Comunitat Valenciana. Pero valoramos a todos los turistas que vienen porque nos eligen frente a otros destinos. Y somos capaces de mantenernos en una buena posición de relación calidad-precio. Con lo cual, no necesitamos precisamente estos segmentos superiores que son muy pequeños. Trabajar en grandes nichos de mercado como es la gran clase media y media-alta española y europea es lo que nos asegura disponer de consumidores suficientes para competir con muchísimas posibilidades de éxito. Creo que somos ejemplo en muchísimos aspectos.

Pero sí habrá alguno en que haya interés en mejorar…

Pues en todo aquello que tenga que ver con mercados lejanos. Tenemos atractivo para posicionarnos muy bien en Asia, incluso en Emiratos Árabes. Ahí estamos haciendo estrategias vinculadas al turismo gastronómico. Tenemos la espina clavada con Estados Unidos, donde tenemos que lograr recuperar este vuelo directo porque nos posiciona de una manera diferente. Y desde luego podemos mejorar en esa estrategia de microsegmentos, de nicho pequeños que son muy rentables, muy productivos y a los que podemos acceder con facilidad, como el tema de deporte o el turismo de interior, donde podemos hacer una gran labor.

La planificación de València debe pasar por hacer crecer una oferta hotelera basada en la calidad

Ha abierto el cajón de los vuelos. El aeropuerto de Valencia ha rozado los diez millones de pasajeros en 2023. ¿Le van a pedir a Aena una ampliación?

Necesitamos conocer cuál es el plan director de Aena para los aeropuertos de Valencia y Alicante, porque ambos requieren de una planificación urgente. Las obras de un aeropuerto no se hacen en un corto plazo y el de Valencia ya está acercándose peligrosamente a su límite de capacidad. Por tanto, Aena tiene que tomar una decisión al respecto, porque es un aeropuerto que seguirá creciendo. Es lo que ocurrió con el aeropuerto de Alicante hace 20 años, cuando se construyó el nuevo edificio terminal. En aquel entonces estaríamos rozando los 9 millones de pasajeros. Se diseñó un nuevo edificio terminal con una serie de ampliaciones previstas para permitirnos operar hasta 25 millones de pasajeros. Esto que se hizo con Alicante hay que hacerlo en Valencia con urgencia.

¿La petición será entonces la de hacer una nueva terminal para poder llegar a registros como esos 25 millones?

Nosotros no tenemos esa competencia. Aena es quien tiene que tomar la decisión. Todos los expertos nos manifiestan que una ampliación del aeropuerto de Valencia en su ubicación actual tiene un problema muy importante porque el aeropuerto se ha quedado casi en el entramado urbano. Hay que tomar una decisión, que es si se va ampliar para permitir una operación mayor o si se tiene que empezar a planificar un aeropuerto nuevo para Valencia.

El Consell va a impulsar una nueva legislación para los alquileres turísticos. ¿Cuáles son los ejes bajo los que girará?

Hay uno esencial que es la lucha contra la economía sumergida. Toda la actividad turística que se desarrolle en el ámbito de las viviendas tiene que ser una actividad legal, regulada, profesional y fiscalmente, que contribuya. Esa es la primera premisa, una legislación que vaya a erradicar y a perseguir toda actividad de economía sumergida. Después tenemos que hacer una regulación que permita la participación activa de las administraciones locales. Hay municipios que no pueden tener una oportunidad turística en base a una oferta hotelera, porque no disponen de ella. Entonces pueden tener oportunidades de crecer en el ámbito de las viviendas de uso turístico. Sin embargo hay otros que ya tienen una oferta reglada de tal dimensión que tienen que controlarla precisamente para evitar esa masificación.

La consellera de Turismo, Nuria Montes, en una imagen reciente en Alicante.

La consellera de Turismo, Nuria Montes, en una imagen reciente en Alicante. / Pilar Cortes

Otro tema. Mazón prometió el año pasado que impulsaría complementos al Bono Viaje. ¿Cuándo se pondrán estos en marcha?

El programa Bono Viaje ya contempla estos complementos en su diseño. Nosotros hemos bajado la dotación económica a 12 millones y medio de euros, pero hemos incrementado el número de pernoctaciones mínimas a tres noches para ser beneficiario del bono y hemos reducido el importe máximo de bonificación de 600 euros a 350. Esto va a hacer que se generen más pernoctaciones y beneficiarios. Si multiplicamos beneficiarios por número de pernoctaciones nos da que el bono va a ser sensiblemente superior al programa anterior, a pesar de tener menos presupuesto. Además, hemos centrado el tiro para que se utilice el bono en temporada baja, en los momentos más difíciles de comercialización.

Y hablando de programas, actualizar los precios del Imserso ha sido una reivindicación ignorada por el Gobierno. ¿Cómo pretende que esta circunstancia cambie?

Hemos pedido una reunión con la nueva directora general del Imserso a la que iré acompañada de la representación hotelera de la Comunitat Valenciana, porque es la principal perjudicada. Hay una parte del problema de carácter organizativo, pero fundamentalmente es un problema económico. Ahora mismo la diferencia entre el coste mínimo de producción de una pernoctación para un hotel que trabaja en Imserso y el precio que paga el operador es absolutamente inasumible. Estamos hablando de 26 euros que está pagando el operador y el coste de producción prácticamente se acerca ya a los 40. Esto es insostenible y perjudica porque no crea riqueza, no crea empleo de calidad, desde luego perjudica la calidad del servicio que se le da a nuestros mayores y no tiene futuro. Si prorrogan la actual situación es un programa acabado. Morirá porque nadie lo demandará.

¿Y cómo se le puede dar de nuevo esa vida?

Pues el Estado invierte en este programa aproximadamente unos 73 millones de euros. Creemos que quizá doblando esa inyección, podríamos incrementar el programa en cuanto a la retribución hotelera y sobre todo, elevar el número de beneficiarios. Necesitamos que más gente viaje durante el invierno y cada vez habrá más personas mayores de 65 años en muy buenas condiciones sociales, físicas, mentales y familiares para poder viajar. Hay que aprovechar esta oportunidad.

Vamos a crear una legislación para erradicar toda actividad de economía sumergida [en el alquiler turístico]

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Y la última. Ha hablado de inversiones y de riqueza y la reapertura de Marina D’Or va a ser uno de esos éxitos del sector en el futuro cercano. ¿Podemos esperar más de inversiones de este tipo en los próximos tiempos?

Seguro. Marina D’Or, que ahora se va a llamar Magic World, se incorpora dentro de la dinámica del grupo Magic Costablanca y es otro ejemplo del espíritu inversor del propio empresariado de la Comunidad Valenciana ante el que me me quito el sombrero. Al final, la inversión hotelera va a ser una constante y no dudo de que llegarán nuevos proyectos. Pero necesitamos tener esas políticas municipales que precisamente permitan la llegada de estas inversiones al territorio de la Comunitat Valenciana. Construir un hotel siempre es un elemento tremendamente positivo, sea cual sea el municipio en el que se construya.

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