ANÁLISIS

Una nueva crisis, pero con lecciones aprendidas

María Soler, Fundación Valenciaport.

María Soler, Fundación Valenciaport. / Levante-EMV

María Soler de Dios / Técnico de I+D+i - Área de Inteligencia de Mercado. Fundación Valenciaport

La escalada de la tensión en el Oriente Medio ha puesto en jaque las cadenas de suministro a nivel global, dada la importancia y posición del Mar Rojo al servicio de la economía internacional. Ante tal situación, las navieras han tenido que revisar la configuración de sus servicios, optando por rutas marítimas alternativas, lo que ha dado lugar a un aumento en los tiempos de tránsito. Esto se ha traducido en un incremento en los costes operativos, tanto por el coste de los combustibles, como por la aplicación de diferentes cláusulas contempladas en el Bill of Lading, documento que regula los contratos de transporte marítimo. 

Desde la Fundación Valenciaport se ha elaborado una nota informativa en forma de alerta de mercado en la que se abordan las repercusiones de la crisis del Mar Rojo desde una perspectiva más amplia. En esta línea, y más allá del incremento inmediato en los fletes marítimos, los cargadores se han visto afectados por el incremento general de los tiempos de tránsito, en especial, aquellas empresas que trabajan bajo el concepto de just in time. A destacar, el sector de la automoción o el textil, que ha tenido que reestructurar sus estrategias de suministro y producción, adaptándose a un contexto de elevada imprevisibilidad.

Y es que, las distintas oleadas de shocks disruptivos acontecidos a lo largo de los últimos años han dado una lección acerca de la importancia que tiene conceptos como la agilidad y la resiliencia de las cadenas de suministro. Ahora es el momento en el que estos aprendizajes deben llevarse a la práctica. 

Cadenas de transporte

También desde el punto de vista de los puertos. Muchos de ellos, como los gestionados por la Autoridad Portuaria de Valencia elaboraron en años anteriores protocolos de contingencia en colaboración con todos los agentes para anticiparse a posibles problemas derivados de nuevas disrupciones en la cadena de transporte. Gracias a estos planes, y aun con el incremento de tráfico que está teniendo lugar Valencia por la reconfiguración de las rutas, la operativa de la carga continúa siendo fluida. 

Capacidad de resilencia

Como nota final, la capacidad de resiliencia que están mostrando las cadenas globales de suministro y la industria logística, junto con la debilidad en la demanda global, suscitan que la crisis actual está teniendo un impacto limitado, tal y como muestran el Índice de Cuellos de Botella en la Oferta (SBI) del Banco de España, el cual evalúa en tiempo real las tensiones en las cadenas de suministro.

Con todo esto, se podría afirmar que el telón de fondo de la economía mundial es mucho más favorable que en las crisis precedentes, lo que dota de un cierto optimismo a una situación de por sí trágica. Sin embargo, no debemos olvidar que el escenario actual tiene una casuística peculiar, ya que la crisis del mar Rojo responde a un conflicto geopolítico cuya evolución de los acontecimientos es una incógnita por despejar.