Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Secretario general de la Unió Llauradora

Carles Peris: "La conselleria no debe frenar proyectos agrarios durante cinco años por la evaluación ambiental"

Carles Peris, el pasado martes, en Castelló M. Nebot

Carles Peris (Les Alqueries, La Plana Baixa, 1977), productor de cítricos, acaba de ser reelegido como secretario general de La Unió Llauradora i Ramadera en el XV Congreso de la organización celebrado la semana pasada en Alboraia. La nueva comisión ejecutiva de la Unió, integrada por nueve personas, está formada por cinco dirigentes que repiten (Isabel Navarro, Fernando Durà, Luis Javier Navarro, Paco Benavent y Juan Francisco Vidal) y tiene tres caras nuevas (Arturo Zaragozà, Antonio Gutiérrez y Daniel Carbonell). Peris analiza las prioridades de la Unió durante su próximo mandato.

Al ser reelegido al frente de la Unió destacó en su discurso la necesidad de «hacer frente a gigantes como la gran distribución y fondos de inversión especulativos», así como a la burocracia administrativa. ¿Por qué?

Porque son amenazas para los productores. Las grandes cadenas de distribución canalizan el 75 % de las ventas del negocio hortofrutícola y fijan precios. En ocasiones ejercen una posición de dominio de mercado aunque a veces paguen precios razonables, por lo que la clave es mantener interlocución con todos los eslabones de la cadena agroalimentaria. Deben exigir a sus proveedores los mismos estándares de calidad y las mismas normas fitosanitarias que pide la UE a sus países miembros. Los fondos de inversión son peligrosos porque vienen aquí y pueden deslocalizar parte de la producción de las empresas comerciales que compran. Critiqué la excesiva burocracia de las administraciones públicas porque frena inversiones agrarias y ganaderas.

La edad media de los agricultores de la Comunitat Valenciana es de 64 años. ¿Cómo se puede fomentar el relevo generacional para hacer atractivo un sector que ya cuenta con algo más de 161.000 hectáreas de regadío y secano abandonadas durante estas últimas décadas?

Consiguiendo precios dignos. Hay que hacer rentables las explotaciones y que las ayudas públicas tengan suficiente presupuesto. Siempre hay jóvenes que se quedan fuera y pierden oportunidades. Por ejemplo, en el terreno de las producciones ecológicas, en nuevos cultivos o entre los que apuestan por cultivar variedades citrícolas con futuro. Las ayudas son claves en zonas de interior para fijar la población y evitar la ‘España vaciada’ a través de fondos del Plan de Desarrollo Rural o de las ayudas agroambientales para el campo.

¿Están muy subvencionadas la agricultura y la ganadería?

La agricultura y la ganadería son pilares básicos de la alimentación y claves para el cuidado del territorio. Se mejora así la sostenibilidad. El sector se esfuerza por cuidar el medio ambiente. Se hacen esfuerzos y, por tanto, las ayudas están justificadas.

¿Qué haría usted para fomentar el consumo de productos de proximidad, que también son más sostenibles, en lugar de traer uva del otro lado del Atlántico, cítricos de países del Cono Sur o tomates de Marruecos?

Hacer más promoción y publicidad de nuestros productos. En los cítricos, por iniciativa del Consell y la IGP, se ha empezado a hacer. Me parece una iniciativa interesante. Se trata de hacer inversiones en promoción como también realizan otras actividades económicas. Además, Bruselas debe hacer estudios sobre los productos europeos que sean deficitarios y establecer acuerdos comerciales con terceros países que sean razonables. No se debería traer fruta de fuera cuando aquí estemos en plena campaña. Necesitamos acuerdos comerciales ordenados.

La nueva Consellera de Agricultura, Isaura Navarro, tras la reciente destitución de Mieria Mollà, tiene solo siete meses por delante para acabar la II legislatura del ‘Govern del Botànic’. ¿Cuáles deberían ser sus prioridades?

Debería preocuparse por las cuestiones agrarias sin tapujos más allá de las medioambientales, que son cuestiones transversales y que afectan a toda la actividad económica y no solo la agraria. No puede ser que la burocracia de la conselleria frene inversiones, licencias de actividad o de ampliación de una granja u otras explotaciones durante cinco años para evaluar el impacto ambiental. Hay que ser más ágil y no incomodar al sector. No tiene por qué haber luchas de poder entre el PSPV y Compromís.

¿La nueva Política Agraria Común (PAC), cuyo nuevo escenario arranca en 2023, garantizará los ingresos al sector?

Sí. El asunto es que esas ayudas hay que destinarlas más a los agricultores profesionales; es decir, a aquellas personas cuyas rentas principales procedan del campo y no repartir tantos fondos por derechos históricos.

¿Echa de menos un auténtico ‘lobby’ citrícola en Bruselas?

Intercitrus no funciona, a diferencia de otras interprofesionales que hay en España y sí hacen su trabajo. Se ha puesto en marcha el llamado Forum citrícola, con la participación de la Generalitat y el Gobierno central, que sí ha dado sus frutos en Bruselas. Ha conseguido al menos que la Comisión Europea imponga el cold treatment (tratamiento en frío) a los envíos de cítricos de Sudáfrica que llegan a la UE.

¿Para cuándo las elecciones en el campo valenciano? ¿Quiénes deberían poder votar?

Esperábamos que fuera antes de que acabe la legislatura. Es un acuerdo del Govern del Botànic, de momento, incumplido. El censo de unas elecciones al campo valenciano debe estar constituido por aquellas personas físicas mayores de edad y residentes en la Comunitat Valenciana y que estén dadas de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en la rama agraria o en el Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Propia Agrarios (SETA). E incluir a personas jurídicas cuyo objeto social único y exclusivo sea la producción agraria o silvícola.

Dígame cultivos que tengan futuro en el campo valenciano.

Es complicado pensar en los que tienen más perspectivas de éxito, porque influyen muchos factores de mercado. Por citar algunos, la algarroba funciona bien. El aguacate tiene un futuro más limitado y su rendimiento no ha cumplido las expectativas. Y no olvidemos que algunas variedades citrícolas , las más innovadoras en mandarinas, por ejemplo, pienso que tienen futuro.

¿Y cuáles son los cultivos más afectados por el cambio climático?

El cambio climático es algo transversal que afecta a los cultivos aunque también a regiones enteras y, por tanto, a toda su agricultura o ganadería. El déficit hídrico pasa factura a Andalucía, Marruecos, Egipto o Turquía, entre otras regiones. No habrá forma de cultivar frutales si estos no se adaptan en el futuro al cambio climático. Necesitaremos variedades más resistentes. El mundo de la investigación debería ir más rápido y proponer más soluciones. Ese es uno de los retos que tiene el IVIA.

Compartir el artículo

stats