El estío del triunfo turístico valenciano

La llegada de visitantes pronostica una temporada estival que vivirá máximos históricos. Da igual si es en los entornos urbanos, la costa o el interior, el atractivo de los destinos de la Comunitat Valenciana se consolida a pesar del impacto de la inflación

Una València ‘de moda’ con cada vez más atractivos

Una València ‘de moda’ con cada vez más atractivos / Miguel Angel Montesinos

Viajar, viajar y más viajar. Ese podría ser el mantra que resumiera la percepción turística de cara a un verano que para la Comunitat Valenciana se prevé de triunfo en las ciudades, en la costa y, con un poco menos de impulso, en el interior. Y es que las estrecheces económicas de la ciudadanía surgidas fruto de la inflación, la subida de las hipotecas o el alza de la cesta de la compra parece que no lastrarán un periodo estival que se pronostica de récord, gracias a una realidad que gana enteros, especialmente tras la covid: cada vez más las vacaciones se establecen como una prioridad para el ser humano, que puede decidir modificar pero no prescindir de ellas sea cual sea su situación.

Lo explica así Eva Blasco, vicepresidenta de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), quien señala que tras la pandemia «se ha acrecentado ese pensamiento de que mientras pueda, viajo». Lo percibe así también el presidente de la Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunitat Valenciana, Luis Martí, que tiene claro que la gente tras la covid-19 apuesta por el «carpe diem», priorizando aún más «las vacaciones como un derecho irrenunciable tras la vivienda y los alimentos». A ello, añade, se suma el crecimiento de mercados extranjeros que se añaden cada vez más a los viajes dejando una previsión histórica para casi cualquier enclave de la autonomía que –avisan ambos dirigentes– no prevén que sufra un gran lastre turístico conforme se acerque el final del año.

URBANO

Una València ‘de moda’ con cada vez más atractivos

Una València ‘de moda’ con cada vez más atractivos

Si hay un destino que ha ganado importancia, que está de moda, ese no es otro que el de la ciudad de València. «Se ha posicionado muy bien», destaca Blasco. «Es sin duda uno de nuestros motores turísticos», secunda Martí. El motivo tras ello, añade, es que la capital del Túria «representa lo que quiere el turista moderno, que es tener destino urbano pero también de interior y de costa en el mismo sitio, es una experiencia completa».

Esa mezcla hace, según Martí, que para este verano al turista nacional clásico se sumen con mayor ahínco los de los «países nórdicos que tiran con fuerza, pero también Italia, Bélgica, Países Bajos, Francia, etc., porque cada vez se incorporan más países y más turistas». Fruto de ello, en el ‘cap i casal’ la proporción de viajeros foráneos sobre el total supera ese 60 % habitual de media en la Comunitat Valenciana.

En cuanto a su estancia, esta ronda las tres noches, contando además con buenas previsiones «en todo tipo de alojamientos, con subidas en hoteles, viviendas turísticas, campings, etc.». «Está creciendo todo», destaca Martí sobre unas ocupaciones que se prevén que vayan más allá del 80 %. Eso sí, como enfatiza el líder de los empresarios turísticos valencianos la previsión de gasto no vivirá ese auge. «No va a crecer por cabeza más allá del impacto al alza de la inflación», añade.

COSTA

Una València ‘de moda’ con cada vez más atractivos | MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

Una València ‘de moda’ con cada vez más atractivos | MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

Superar los números de antes de la pandemia en volumen de turistas y en facturación. Ese es el horizonte que perfila el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Fede Fuster, especialmente para unos destinos de costa valencianos que van a recuperar con mayor impulso su esplendor habitual. Y ya no solo son destinos puramente vacacionales, sino que el triunfo viene por una oferta más completa. «Los destinos de sol y playa han hecho una reconversión brutal, con una oferta complementaria de cultura, deporte, gastronomía...», remarca el dirigente hotelero sobre un verano que prevé «fantástico».

En ese buen horizonte remarca la importancia «de haber recuperado prácticamente todos los mercados». Porque al nacional procedente de otras autonomías como Madrid se suma la gran presencia, en mayor o menos medida dependiendo del enclave turístico, del visitante europeo y cada vez más del norteamericano. Y con una estancia «que en el vacacional puro como Benidorm o Peñíscola se alarga hasta una semana casi seguro».

«Al final hay una homogeneidad de crecimiento en todos los destinos de playa, porque tanto en Alicante (Xàbia, Dénia o Benidorm), como en Valencia (Gandia o Cullera) y Castellón (Orpesa o Peñíscola) «están yendo de maravilla», coincide Martí. «La oferta complementaria es mucho más fuerte pero, además, darse un bañito en la playa, eso es imbatible», resalta Fuster.

INTERIOR

Una València ‘de moda’ con cada vez más atractivos

Una València ‘de moda’ con cada vez más atractivos

Un buen verano, aunque no con ese boom que se vivió durante los periodos de 2021 y 2022. Ese es el horizonte que se dibuja en el turismo de interior valenciano. «Se empiezan a llenar cuando la costa se llena y lo hace por fases, primero la franja intermedia entre costa e interior y luego el interior más profundo», destaca al respecto Pau Sánchez, representante de la Asociación de Alojamiento Interior de la Comunitat Valenciana, Temps. Esto supone volver «a una tendencia que es más normal», remarca, aunque eso no evitará que de media se llenen entre el 65 % y el 80 % de las plazas en julio y entre el 75 % y el 85 % en agosto. No hay «preocupación grande entre los asociados porque la época fuerte del interior de la Comunitat Valenciana es Semana Santa, octubre o noviembre», resalta Sánchez.

El perfil que opta y optará este verano por este tipo de destino será mayoritariamente valenciano o, luego nacional y en menor medida internacional, mientras su estancia variará –señala Sánchez– dependiendo de si es un hotel «en el que se suele estar entre tres y cinco noches» o una casa alquilada «que suele ser de diez a doce noches, para estar con la familia». Eso sí, con la piscina como servicio esencial sea cual sea la elección como complemento a unos planes que van desde disfrutar de la naturaleza a la gastronomía o las bodegas, pasando por el disfrute de un patrimonio cultural que siempre «triunfa».

El sol vuelve a brillar para los destinos de costa de la Comunitat Valenciana. Como sintetiza Fede Fuster, tras una segunda mitad de 2022 que fue de la «recuperación», lo que llevamos de año y especialmente este verano será el de la superación de los números prepandemia tanto «en volumen de turistas como en facturación». Esta situación provocará para todos los enclaves costeros no solo ver «los hoteles llenos», sino también un impulso para la hostelería y otra oferta complementaria. «Porque cuando viajamos queremos disfrutar», concluye Fuster.

Si la pandemia trajo al interior valenciano el éxito, el verano de 2023 apunta a ser el de la recuperación. La previsión es que, con la última hora como mejor aliado, se acaben llenando progresivamente los distintos enclaves, primero los destinos intermedios y luego los del interior más profundo. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedía en la prepandemia, con un matiz positivo en el contexto de este ejercicio. El Bono Viatge, asegura Pau Sánchez, «funcionó hasta mayo muy bien» y eso ha hecho que «no haya temor entre los asociados. Solo ven que se acaba el espejismo».

La ciudad de València está viviendo un empuje como nunca gracias no solo, resaltan Luis Martí y Eva Blasco, a que «se está trabajando muy bien desde hace años», sino también a que se ha convertido en ese destino en el que «puedes optar por la oferta de playa, gastronómica, cultural o por visitar pueblos del interior que tienes a 50 minutos». Una experiencia completa para el visitante que ha convertido al ‘cap i casal’ no solo en un motor económico cuando se habla de ingresos, sino también en un puntal autonómico todo el año para la ocupación de sus alojamientos.

Suscríbete para seguir leyendo