Virus a la carta contra bacterias inmunes a los antibióticos

La empresa emergente Evolving Therapeutics, impulsada desde Valencia, diseña una ‘máquina de matar’ microbios multirresistentes que causan miles de decesos al año

Virus a la carta contra bacterias inmunes  a los antibióticos

Virus a la carta contra bacterias inmunes a los antibióticos

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

La start-up Evolving Therapeutics, firma biotecnológica impulsada por la Universitat de València, desarrolla soluciones basadas en virus a la carta para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de bacterias patógenas resistentes. Este tipo de superbacterias que no responden a los antibióticos causan cada año en España cerca de 15.000 muertes. La empresa emergente aborda el problema de forma integral con virus específicos para tratar a personas, animales y vegetales.

La firma fue fundada en abril del año pasado por las hermanas Pilar y Marisa Domingo-Calap como una spin-off de la Universidad de Valencia y ha echado a andar con una inversión de 200.000 euros. La compañía, que de momento cuenta con cuatro trabajadores y un laboratorio en el Parc Científic de la Universitat de València, facturó en sus siete primeros meses de vida 60.000 euros y este año tiene previsto cerrar con 200.000 euros. Además, acaba de entrar en Lanzadera (la aceleradora del presidente de Mercadona, Juan Roig) con el objetivo de pulir su modelo de negocio.

Pilar Domingo-Calap, directora científica de la firma biotecnológica, explica que los bacteriófagos (fagos) son virus abundantes en la naturaleza y muy específicos que infectan a las bacterias. Los fagos tienen la capacidad de reconocer una bacteria concreta y son capaces de erradicarla. Esta cualidad permite utilizarla en medicina a la carta con tratamientos personalizados. «De alguna manera, los convertimos en máquinas de matar a esas bacterias que se han hecho resistentes. También se pueden usar de forma combinada para que las bacterias vuelvan a ser sensibles a los antibióticos. Es una nueva estrategia de control contra un problema que va en aumento», explican las cofundadoras de la compañía biotecnológica.

Los bacteriófagos fueron descubiertos hace más de un siglo por el microbiólogo canadiense Félix d’Herelle. El investigador utilizó por primera vez este tratamiento con pacientes en 1919. Sin embargo, el descubrimiento de la penicilina en septiembre de 1928 por el médico y científico británico Alexander Fleming y la comercialización de los antibióticos relegaron la investigación de la fagoterapia salvo en algunos países de la URSS.

Problema urgente

«Con la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, el mundo se dividió entre los países occidentales que se centraron en el uso de los antibióticos y los de la órbita soviética que también utilizaban fagos. De entre estos últimos destacó Georgia, que hoy es un referente», aclara Pilar Domingo-Calap, que trabaja como viróloga y es investigadora Ramón y Cajal de la Universidad de Valencia en el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas I2SysBio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó en 2020 la resistencia antimicrobiana –que se produce cuando bacterias o virus dejan de responder a los medicamentos– como uno de los «problemas sanitarios urgentes de dimensión mundial» y tiene una docena de estos patógenos en su lista negra. Tres son de prioridad media, seis de prioridad elevada y hay tres microorganismos «críticos» que además tienen una alta mortalidad y están detrás de infecciones que se adquieren en el hospital. Domingo-Calap lamenta que con la pandemia la situación se ha agravado. Los datos precoronavirus apuntaban a 4.000 muertes al año en España a causa de las bacterias resistentes a los antibióticos. «Ahora calculamos que son entre 10.000 y 15.000 muertes al año. Es un problema que ha crecido muy rápido», asegura.

Los resultados con los virus seleccionados por la empresa Evolving Therapeutics son muy alentadores contra las bacterias multirresitentes que afectan a pacientes con fibrosis quística. «Los enfermos de fibrosis quística que reciben el tratamiento con fagos mejoran su capacidad pulmonar y, en definitiva, su calidad de vida», apunta la directora científica de Evolving Therapeutics.

También animales y plantas

La compañía también selecciona fagos para el tratamiento de animales y plantas afectados por bacterias o patógenos. Marisa Domingo-Calap, CEO de la empresa emergente, revela que la administración de antibióticos a animales o plantas está prohibida en España para evitar que a través de la cadena alimentaria acaben en los seres humanos. La compañía valenciana está trabajando en un proyecto para combatir con fagos la Xylella fastidiosa, una plaga que afecta a numerosos cultivos como naranjos, olivos, almendros y viñedos. «En España han aparecido focos en Baleares y en la Comunitat Valenciana. En Alicante arrancan los árboles por la regulación europea. En Baleares se lleva a cabo la contención y estamos utilizando los fagos. Hemos tratado una treinta de plantas para una prueba piloto en Mallorca», señala directiva, que es ingeniera agrícola de formación.

La start-up Evolving Therapeutics acaba de ganar el premio Talento Joven de la Comunidad Valenciana –organizado por Levante-EMV y CaixaBank– en la categoría de empresa.