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El Atlántico da un respiro

El Atlántico da un respiro

La eurozona se ha frenado en seco. Es algo que ya nadie discute. No es una previsión ni un estimación. El consumo de los países del euro está tocado y así lo están notando las empresas exportadores valencianas. Las ventas a estos clientes a la Zona Euro se desplomaron un 8,1 % en septiembre, último mes analizado por el Ministerio de Economía y el ICEX en sus informes de comercio exterior. Aunque el acumulado del año sigue siendo positivo, todo indica que los hasta ahora principales clientes de los productos valencianos, como Francia y Alemania, van a reducir sus compras. Sólo Italia resistió en el noveno mes del año y acumula una positiva superior al 7 %.

En este escenario, las ventas al Reino Unido y Estados Unidos han permitido sostener las estadísticas de comercio exterior. El mercado atlántico, basado en el dólar y la libra esterlina, ha permitido salvar el primer asalto del desplome europeo. Las razones de este fenómeno hay que buscarlas en el debilitamiento del euro frente a las otras dos monedas, que aumenta automáticamente la competitividad de las empresas exportadoras al abaratar sus productos, y en el trabajo sostenido que muchas de estas firmas han realizado en los últimos años. «Tenemos que empezar a cambiar la mentalidad a la hora de enfocar la internacionalización. España es el mercado local, Europa el interno y el resto es el verdadero comercio exterior», señala el presidente de la patronal provincial CEV, Salvador Navarro. A su juicio las empresas ya llevan tiempo saliendo de la relativa zona de confort en que se ha convertido la eurozona para afianzarse en mercados distintos como el de Estados Unidos o Rusa, aunque las restricciones dictadas por Vladimir Putin a productos europeos están haciendo mella en los proveedores valencianos.

Thomas Feenstra es el director de exportación de Coviñas, la bodega que agrupa a varias cooperativas vitivinícolas de Requena. Desde hace varios ejercicios comercializan con éxito en el Reino Unido un vino tempranillo bajo la marca Toro Loco en los supermercados Aldi. Según afirma, en su caso el descenso de la caída del euro aún no ha tenido efecto en sus ventas porque sus principales competidores, los vinos franceses o italianos, también forman parte de la eurozona. Sí confía en que a medio plazo les permite competir mejor con países como Chile, Australia o Sudáfrica.

Feenstra atribuye el éxito de sus ventas al Reino Unido, doce millones de botellas al año, a la buena relación calidad precio que han alcanzado y al hecho de que con la crisis el consumidor británico haya bajado un escalón el precio que está dispuesto a pagar por una botella de vino.

En cualquier caso, el vino no es el producto made in Valencia más vendido en el Reino Unido. La factoría Ford y sus coches lideran con diferencia la clasificación agrupando el 42 % de las ventas realizadas en lo que va de año. El automóvil ha crecido un 52 % entre enero y septiembre. Destacan también las exportaciones de maquinaria, con un aumento del 17 %; las de frutas, que han mantenido el nivel de 2013, y los productos cerámicos, con incrementos de ventas del 25 % respecto al año anterior.

El sector azulejero valenciano tiene también un importante cliente en Estados Unidos. Sus ventas a este país se han incrementado un 10 % desde principios de año, al igual que en el caso del calzado, con mejoras del 7 %. No obstante, también en el caso americano el automóvil es el rey. Agrupa el 35 % de las exportaciones y ha experimentado un crecimiento del 1.180 % gracias a las ventas de la Ford Transit, que se usa como taxi en Nueva York. También es potente la comercialización del Kuga. Pero Estados Unidos también compra maquinaria mecánica valenciana, que junto a los coches y el calzado suman el 69 % de todo lo vendido al país del Tío Sam.

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