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Cambio de modelo

El futuro de la economía valenciana

«Es preciso un sistema educativo capaz de formar adecuadamente a los recursos humanos e interactuar con el sistema productivo»

El papel del sector productivo privado valenciano es crucial, al acaparar el 75 %, y debe invertir en I+D.

C­onstatado con la llegada de la actual crisis que la economía valenciana andaba errada en su modelo de crecimiento, que lo que permitió su industrialización a partir de los sesenta se estaba quedando caduco y que la apuesta por el sector inmobiliario en los años de la bonanza fue lo más parecido a un suicidio colectivo, los expertos „economistas, empresarios, algún político aislado„ llevan años planteando la imperiosa necesidad de cambiar de forma radical las pautas actuales. El primer Foro Cañada Blanch, promovido por la fundación del mismo nombre, el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), la London School of Economics, la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y Bankia, ha tratado esta semana de hacer un diagnóstico de la situación y aportar propuestas para abrir un nuevo camino. Dicho en palabras del director del IVIE, Francisco Pérez, hay que «refundar los cimientos» de la economía porque no hacerlo conduciría a la Comunitat Valenciana a un declive de penosas consecuencias.

El citado foro trataba de dilucidar «¿Cómo puede competir la economía valenciana?» y en la clausura Francisco Pérez puso sobre la mesa una respuesta con dos componentes: «Contando con mejores empresas, que hacen un mayor uso productivo del conocimiento, es decir, que cuentan con personas cada vez mejor preparadas, en especial en los puestos en los que se adoptan las decisiones, que piensan en el largo plazo» y «con un sistema educativo, y en especial de educación superior, capaz de formar a los recursos humanos adecuadamente e interactuar con el sistema productivo para responder a los retos que representan participar en la sociedad y la economía del conocimiento». Pérez añadió que, cuando se observa la realidad valenciana actual, se hallan «ejemplos de buenas prácticas en ambos terrenos, el productivo y el formativo, pero también mucha heterogeneidad en el conjunto». Y es que las buenas prácticas citadas «de las mejores empresas, los mejores centros universitarios y los grupos de investigación valencianos más internacionales indican que aquí es posible lograr resultados excelentes. En cambio, los bajos niveles medios de productividad económica, docente o investigadora advierten que nos queda una gran tarea para generalizar las buenas prácticas».

Una de las conclusiones de partida es que la economía valenciana no tiene un problema de sectores, sino de empresas. Dicho de otro modo, no hay actividades anquilosadas o decadentes, porque todo depende de la ejecutoria de cada empresa, aunque pertenezca al sector más tradicional que quepa imaginar. «El sector no define el éxito empresarial», aseguró el presidente de Vossloh, Íñigo Parra, quien apuntó que la principal debilidad de las empresas valencianas se encuentra en la «falta de liderazgo y profesionalización» en la gestión. Es decir el problema está en el que manda en la empresa y en su falta o no de visión de futuro, en su capacidad de tener equipos.

Agentes sociales y económicos

Sin embargo, la de la empresa es solo una parte „sustancial„ del cúmulo de cambios que la sociedad valenciana debe acometer para evitar una decadencia irremisible. Ante la celebración del foro, se presentó un documento, que tendrá una redacción final con las aportaciones de las jornadas de esta semana y que se presentará antes de final de año. El texto detalla algunas de las iniciativas que deberían adoptarse desde la Comunitat Valenciana y que incumben a la práctica totalidad de los agentes sociales y económicos. Estas son algunas de las más significativas.

1. - El papel del sector productivo privado es crucial porque acapara más del 75 % de la producción. Por ello, las empresas viejas y nuevas deben subsanar debilidades y crecer en número, tamaño, profesionalidad de su dirección, capital humano e internacionalización. La vía para lograrlo pasa por invertir en activos intangibles como la I+D.

2.- Las familias deben prestar la máxima atención a la educación para mejorar la capacidad de acceder al mercado de trabajo. Los valencianos deben intensificar el conocimiento de idiomas y las habilidades informáticas, entre otras.

3.- El sistema educativo y en especial las universidades deben firmar una nueva alianza con la sociedad, comprometiéndose a mejorar sus resultados formativos y la empleabilidad de los jóvenes.

4.- La mejora de la competitividad «necesita un sector público que desempeñe eficazmente sus funciones». Para lograrlo, dice el informe, «es necesario erradicar la corrupción, racionalizar y simplificar la regulación de las actividades económicas y mejorar en cantidad y calidad los servicios que presta».

5.- El sector público y el privado deben compartir la responsabilidad de que el «desarrollo valenciano sea medioambientalmente sostenible y socialmente inclusivo».

El documento detalla a continuación una serie de «actuaciones para dotar de contenido a la estrategia de competitividad propuesta» que, en su mayoría, «tienen en común que han de ser impulsadas por la sociedad „empresas, familias, sistema educativo„ y no por los gobiernos», aunque estos pueden colaborar. En el ámbito de la empresa y las relaciones laborales, el informe propone desarrollar cuatro iniciativas de cooperación que reduzcan las debilidades actuales de la economía valenciana. Se trata de un plan básico de formación económica y financiera para empresarios autónomos de fácil acceso y bajo coste para que el esfuerzo emprendedor no se malogre por falta de preparación; un impulso a la profesionalización de la dirección en las empresas familiares pequeñas y medianas para favorecer la entrada de capital humano; un plan de difusión de experiencias de relaciones laborales que favorecen la productividad y un programa de prácticas profesionales en empresas internacionalizadas.

Atraer el talento

En el ámbito de las familias, el documento propone otras cuatro iniciativas: Elaboración de materiales audiovisuales que ofrezcan a los jóvenes y sus familias información y ejemplos prácticos de los resultados derivados del esfuerzo individual en la educación, el deporte, el empleo y los salarios; un plan de sensibilización sobre la importancia de los idiomas para la empleabilidad; un programa de difusión de las ventajas derivadas de la formación continua a lo largo de la vida y promocionar la participación ciudadana en actividades culturales. En el sector público, se propone lograr un apoyo unánime de las fuerzas políticas y sociales para defender un nuevo sistema de financiación, impulsar un pacto social para nuevas políticas activas de empleo y acordar un programa común para regenerar las instituciones públicas. Por último, en el ámbito educativo, las acciones irían desde la creación de un fondo de becas de postgrado para valencianos en centros de excelencia a la creación de un fondo público-privado para atraer talento investigador.

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